Qué ver y qué hacer en un crucero por el Nilo

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Qué ver y qué hacer en un crucero por el Nilo, uno de los viajes fluviales más fascinantes que se pueden realizar, nos lo ofrece Egipto. Es sin lugar a dudas el que transcurre por el Río Nilo entre las ciudades de Asuán y Luxor, la que fuera la antigua Tebas, Capital del Nuevo Imperio Egipcio.

QUÉ VER Y QUÉ HACER EN UN CRUCERO POR EL NILO, UN VIAJE DE ENSUEÑO

Este recorrido nos permitirá descubrir una historia que transcurre entre los años 1550 a.C y termina en el 1070 a.C. Un recorrido por una tierra repleta de templos y monumentos que nos narran a través de sus piedras, toda su historia.

La cual ha fascinado a conquistadores, Como Napoleón o viajeros y exploradores como David Roberts que supo plasmar a través de sus pinceles la belleza por rescatar, de los templos y ciudades ocultos durante siglos por el manto seductor de las arenas del desierto.

QUÉ VER Y QUÉ HACER EN UN CRUCERO POR EL NILO, RECORRER EL VALLE DEL NILO

Por ello, no hay mejor lugar para apreciar la belleza del alto Valle del Nilo, en el extremo sur de Egipto, el que nos brinda la cubierta de un crucero fluvial, navegando por el padre de los ríos, El NILO.

NAVEGANDO POR EL NILO

Qué ver y qué hacer en un crucero por el Nilo, Los paisajes verdes y exóticos de las riberas del río. Pasaran ante nuestros ojos como si de una gran pantalla panorámica se tratase, pescadores en sus barcas, o lanzando sus redes desde la orilla, garzas pescando junto a búfalos de agua que pastan en las riberas embarradas, áridos montículos que se suceden en los recodos del río, o las fascinantes puestas de sol entre palmerales, Egipto es para deleite del turista, un viaje iniciático a la cuna de la civilización.

LA TIERRA DE LOS FARAONES

Qué ver y qué hacer en un crucero por el Nilo, tierra de los Faraones, y nos adentramos en los inmensos templos llenos de colorido, eran espacios destinados al culto de las deidades protectoras de Egipto, y donde se realizaban fastuosos rituales donde se proclamaba el poder, y la riqueza para todos, y no solamente para sus gobernantes.

Gracias a la devoción y dedicación de los faraones a los dioses, estos se aseguraban que algún día podrían unirseles en el viaje a la eternidad. Eran personas excesivamente preocupadas por el más allá de la muerte, porque nadie más que ellos, disfrutaron de la vida como faraones que eran, con todo el poder y las inmensas riquezas que ello les otorgaba.

QUÉ VER Y QUÉ HACER EN UN CRUCERO POR EL NILO, LOS TEMPLOS DE EGIPTO

En las excursiones que se realizan en tierra, el visitante puede disfrutar de enclaves históricos correspondientes a diferentes etapas de la civilización egipcia, y que son gran interés.

En el fascinante trayecto por el Nilo entre Luxor y Asuán recorreremos cuatro ciudades en las cuales se pueden admirar los restos arqueológicos de lugares tan importantes en la historia como son el Templo de File en Asuán, el Templo de Kom Ombo, el Templo de Edfu, El Templo de Karnak y Luxor, el Templo de Hatshepsut el Colosos de Memnon y el Valle de los Reyes, aún con excavaciones en plena actividad.

LOS COLOSOS DE MEMNÓN

Las desgastadas efigies de Amenhotep III nos dan la bienvenida al recorrido del Valle de los Reyes, son los Colosos de Memnón. Estos colosos gemelos están posición sedente hacen guardia a las puertas de la Necrópolis de Tebas y son los restos de un templo construido por Amenhotep III hace unos 2400 años. Con una altura de 18 m. y un peso de 1.000 toneladas, han permanecido incólumes pese a los cambios acaecidos en su entorno durante siglos.

LA ENTRADA DE UN MAUSOLEO

Al par de colosos se les unió en el 2012 un tercer coloso de 15 metros de altura, también construido de cuarcita, y que formaba parte de la decoración monumental original del arrasado templo funerario de Amenofis III.

Dice la leyenda que podían cantar; los antiguos griegos hablaban del sonido de un silbido probablemente generado entre las piedras de las estatuas que, calentadas por los rayos del sol, se expanden gradualmente rozándose unas con otras en las grietas.

LAS ÚLTIMAS DINASTÍAS

El emperador romano Séptimo Severo (193-221 d.C.), enfadado de que no cantasen para él, ordenó reparar las grietas y dejó en silencio las estatuas.

Una inscripción de los pilares del Museo Egipcio de El Cairo  indica que, el templo fue construido con “arenisca blanca recubierta de oro, el suelo cubierto de plata y las puertas recubiertas de ámbar”.

Es necesario visitar el coloso para entender verdaderamente la experiencia mental de tal descripción.

EL VALLE DE LOS REYES 

Los primeros faraones construyeron más de cien pirámides de las cuales actualmente sobreviven 80. Con el tiempo se dieron cuenta de que las pirámides eran demasiado llamativas para los ladrones, que las saqueaban constantemente.

Uno de los primeros faraones que abandonó la construcción de su pirámide fue Tutankamon. Así que idearon un nuevo plan para evitar a los ladrones… ¿Porque construir tumbas que los saqueadores pudieran ver y no construirlas para que no fueran vistas?

NECRÓPOLIS DE LOS GRANDES REYES DE EGIPTO

Desde la moderna ciudad de Luxor y cruzando el Nilo, se encuentra un árido valle con una montaña en forma de pirámide natural, es el Valle de los Reyes. Aquí ningún ladrón podría encontrar las tumbas reales.

Los reyes y las reinas de Egipto podrían por fin permanecer inmortales. El transcurso de los años, nos ha demostrado que tampoco fue una solución, todas las tumbas fueron saqueadas y profanadas, excepto una, la tumba de Tutankamon. Eso es lo que Howard Carter pensó.

TUMBAS INCREÍBLEMENTE DECORADAS

Otras tumbas a destacar del valle son la de Merenptah situada en la parte central del valle destaca por su profundidad y su espaciosa cámara sepulcral; la de Ramsés IX sigue el mismo perfil que el resto de los soberanos de su dinastía, aunque es de dimensiones más modestas que las de sus antecesores.

Esto se debe a la difícil situación y al continuo empobrecimiento que sufría Egipto y la tumba de Ramsés III que cuentan con frescos en buen estado de conservación y notable belleza con vivos colores. Aun así, por su situación geográfica el lugar ha sufrido algunas inundaciones realmente violentas a lo largo de su historia.

 

LA TUMBA DE HATSHEPSUT

Después de visitar las tumbas del valle de los reyes y en la misma orilla, por consiguiente, en el mismo valle, se alza el magnífico complejo arquitectónico en Deir El-Bahari, que constituyen un hecho excepcional.

Dispuestos uno junto al otro, aunque con 600 años de diferencia fue construido por la única Faraona soberana de Egipto de la XVIII dinastía con la voluntad de reproducir el modelo edificado anteriormente por Mentuhotep, faraón de la XI dinastía.

Construido en forma de terraplén para salvar los desniveles. Se accedía desde las mismas orillas del Nilo, en un largo recorrido hasta la caldera de Deir El-Bahari la construcción conservó el esquema general de las terrazas con pórticos columnares. La reina Hatshepsut Khemet- Amón, reina del alto y bajo Egipto, hijo de Ra quien le ha dado vida eternamente, como así reza en una inscripción en el templo de Karnak.

LA DAMA DEL NILO

La dama del Nilo, fue una soberana singular, pues de ella se han encontrado imágenes en la cual se la representa como un faraón masculino, con la barba , la falda corta y sin atributos femeninos, no fue una soberana que destaca por grandes gestas militares ni tan solo por triunfales expediciones pero supo gobernar con inteligencia y mantenerse en el poder.

Tener a su lado, no como esposo o consorte, sino como asesor, ministro, médico, arquitecto a uno de los hombres más inteligentes que ha tenido Egipto, este hombre fue Senenmut, amado por su señor (Hatshepsut) quien le revistió de nobleza ante las dos tierras he hizo de él, su portavoz y juez  del país entero.

Todo el recinto es una espectacular obra arquitectónica que se divisa ya desde bastante lejos superando los avatares del tiempo y del proceso de damnatio memoriaecondena al olvido” llevado a cabo por su sobrino Tutmosis III.

EL TEMPLO DE KARNAK 

De regreso a la ciudad de Luxor encontramos situado al norte del centro de la ciudad, el templo de Karnak que es posiblemente el mayor complejo religioso construido nunca. Su nombre original era Ipet-Isut, que significa ‘el más selecto de los lugares’.

A lo largo de dos milenios, los distintos Faraones fueron extendiendo hasta ocupar un área de casi 100 hectáreas. Establecido alrededor del Templo de Amón (comenzado en la undécima Dinastía, 2134-1991 a.C.), no solo fue un gran centro espiritual, sino también un eje económico con centros administrativos, oficinas de recaudación, palacios, panaderías, cervecerías, graneros y escuelas.

UN COMPLEJO ARQUITECTÓNICO SIN IGUAL

Lo más destacado del complejo de Karnak es la Gran Sala Hipóstila que con más de 5.000 metros cuadrados contiene 134 columnas, de las que las 12 centrales son más anchas y elevaban el techo, ahora destruido, a 23 metros de altura.

Pero entre sus maravillas también están la Capilla de Senusert, de la época del Imperio Medio, los obeliscos de Tutmosis I y Hatshepsut y el así llamado jardín botánico de Thutmose III decorado con relieves de plantas, árboles y animales que el Faraón conseguía en sus expediciones militares.

En la entrada del templo, antes de cruzar el primer pilono, se extienden 40 esfinges con cuerpo de león y con cabeza de carnero. Es el comienzo de la Avenida de las Esfinges que llegaba hasta el Templo de Luxor y hasta el Nilo.

EL TEMPLO DE LUXOR

Está situado en el centro de la actual ciudad y antigua Tebas, es el principal monumento de la ciudad. Este templo, construido en gran parte por Amenofis III (1417-1379 a.C.) y Ramsés II (1304-1237 a.C.) y dedicado a la Tríada Tebana (Amón-Min, Mut y Jonsu), cuenta con una rica historia a varios niveles, una gran parte de la cual aún puede ser descubierta en sus inscripciones y tallas.

En la época romana, el templo fue parcialmente transformado en campo militar. El edificio, uno de los mejores conservados del Nuevo Imperio Egipcio, aún mantiene numerosas estructuras. Además del gran pilono, el visitante puede también atravesar dos grandes peristilos y la columnata monumental que enlaza estos dos patios de 65 metros de largo.

En tiempos históricos, el Templo de Luxor y el Templo de Karnak, situados uno del otro a más de tres kilómetros, estaban comunicados por la Avenida de las Esfinges, en su día bordeada por más de 600 esfinges. Actualmente sólo se puede ver el inicio de esta avenida en las puertas de cada templo, aunque tal vez en poco tiempo quede todo al descubierto y se pueda pasar por ella de un extremo al otro.

EL TEMPLO DE EDFÚ

Se encuentra situada en la ribera occidental del río Nilo, está situada a unos 90 km al sur Luxor. Este lugar fue elegido por sus fundadores por ser un amplio y fértil valle protegido de las crecidas anuales que se producían en el Nilo hasta la construcción de la Alta Presa de Asuán.

HORUS ETERNO

Está dedicado Horus el dios halcón, siendo uno de los mejor conservados en todo Egipto. En su origen, el templo sirvió para otorgar legitimidad a los nuevos gobernantes ptolemaicos. Las inscripciones en sus paredes proporcionan información importante sobre el lenguaje, la mitología y la religión durante el mundo grecorromano en Antiguo Egipto.

LEGADO DE LOS TOLOMEOS

La importancia de este templo en la egiptología radica por ser fiel reflejo en su construcción de los principios arquitectónicos del Egipto de la época faraónica, reproduciendo con exactitud los antiguos templos egipcios.

El Templo de Horus fue construido entre los siglos 237 y 57 A.C., permaneció durante siglos enterrado en la arena hasta que en 1860 Auguste Mariette, el fundador del Museo Egipcio de El Cairo, inició las excavaciones encontrándose en perfecto estado. Por ello es uno de los mejor conservados

EL TEMPLO DE KOM OMBO

Originariamente, fue una ciudad llamada Nubt, que significa “Ciudad de Oro”. La ubicación de la ciudad en la orilla del Nilo, le dio cierto control sobre las rutas comerciales desde Nubia al Valle del río, pero su importancia sobrevino con la construcción del Templo de Kom Ombo un atípico templo doble, de construcción simétrica respecto al eje principal dedicado a dos dioses.

SOBEK EL DIOS COCODRILO

La mitad sur del templo estaba dedicada a Sobek, dios de la fertilidad y creador del mundo y la mitad norte del templo estaba dedicada a Haroeris “Horus el viejo”.

Kom Ombo se alza sobre un promontorio en una curva del Nilo. La construcción del templo la inició Ptolomeo VI Filometor (180-145 a. C.) al principio de su reinado.

Sobek el dios egipcio con cabeza de cocodrilo, símbolo de la fertilidad, nos recibe en el Museo del Cocodrilo de Kom Ombo que ofrece a sus visitantes una interesante colección de cocodrilos momificados de diferentes tamaños, hasta uno de dimensiones considerables, nada menos que 5 metros, un feto de este tipo de reptil y huevos.

También se muestra una colección de estatuas de madera y granito de cocodrilo junto a réplicas de los agujeros de caimán en las rocas.

ABU SIMBEL

Después de un madrugón considerable y unos 300 kilómetros en coche desde Asuán, llegamos al que es sin duda la excursión más espectacular de nuestra visita a Egipto.

La asociación de la imagen del templo de Abu Simbel al Egipto faraónico es inevitable, dado a la repercusión que tuvo el reubicar dicho templo unos metros por encima de su emplazamiento original. Para preservar tan espléndido monumento de quedar sumergido por las aguas del lago Nasser durante la construcción de la presa de Asuán en 1968.

Este templo fue construido por Ramsés II para conmemorar la victoria sobre los Hititas en la batalla de Kadesh, siendo las paredes del templo un magnífico libro que nos cuenta esta historia con impresionantes bajorrelieves.

En la misma ubicación encontraremos el templo dedicado a Nefertari, esposa de favorita de Ramsés II, su imponente fachada está decorada con sis estatuas cuatro de Ramsés II y dos de Nefertari.

En su interior la gran sala central con seis imponentes columnas que además de tener magníficos altorrelieves con los sellos reales, disponen de curiosos graffitis realizados por los visitantes desde 1832 hasta que se puso coto a estos desmanes.

Desde hace más de 3.000 años, el Templo de Abu Simbel, el segundo lugar más visitado de Egipto después de las pirámides de Giza, se viste de luz y color para celebrar el “Festival del Sol”. El faraón Ramsés II mandó construir el templo de tal forma que la cámara interna se iluminará dos veces al año: una vez, en el aniversario de su ascensión al trono, el 22 de febrero, y la segunda el 22 de octubre, honrando el aniversario de su nacimiento.

Según esta tradición, una multitud de personas se reúne al amanecer para observar cómo, poco a poco, los rayos de sol zigzaguean a través de la piedra arenisca hasta iluminar el santuario, situado al fondo del templo.

La cámara está orientada de tal modo que, estos dos días, tres de las cuatro estatuas, la de Ramsés sedente junto a los dos dioses del sol, Ra y Amón, queden bañadas por la luz del día. Tan sólo la figura de Ptah –el dios de las sombras– permanece en tinieblas en estas fechas tan señaladas para los egipcios.

De esta forma, la imagen del faraón queda revitalizada con la energía del astro rey. Durante el resto del año, Abu Simbel se mantiene en absoluta oscuridad, un extraño fenómeno escrupulosamente pensado para ofrecer esta compleja exhibición arquitectónica bianual, y que demuestra, una vez más, el ingenio y maestría de los arquitectos del antiguo Egipto.

EL TEMPLO DE PHILAE

De regreso a Asuán visitar este templo es una buena opción para acabar el día,  este templo también quedó afectado por la nueva presa y se optó como el de Abu Simbel el reubicarlo.

Para ello se escogió otra isla, la de Agilkia, donde se volvió a montar piedra a piedra después de un exhaustivo despiece entre 1972 y 1980 a una altura superior de 20 metros, quedando de esta forma protegido de posibles inundaciones.

El culto a Isis en Filae se remonta al año 690 a.C, y al igual que el resto de templo en cada periodo o reinado se fueron incorporando nuevos elementos incluso hasta el reinado del emperador Diocleciano.

En su interior se encuentran restos de una capilla instaurada por los primeros cristianos los cuales destruyeron valiosos bajorrelieves, lo mismo hicieron los primeros musulmanes.

JEROGLÍFICOS HISTORIA ESCRITA EN PIEDRA

Curiosamente esta afición por hace y deshacer grafitis permaneció hasta el siglo XIX, pues una curiosa inscripción puede apreciarse en el interior de una de sus salas y es la distancia, y coordenadas de este lugar en relación a la ciudad de París.

También podemos aprovechar para visitar el poblado Nubio, los habitantes de esta zona son famosos por su amor por los festivales y su colorida vestimenta, habitaban a orillas del Nilo hasta hace unos pocos años. De hecho, existe la creencia generalizada de que es allí donde la primera civilización Nubia vivió ya en el 2000 a. de C.

EL POBLADO NUBIO

Merece la pena hacer una visita al poblado Nubio, para tener una idea más precisa de su rica cultura. Los nubios egipcios de hoy día se trasladaron a Asuán, a orillas del Nilo, río arriba en dirección a la presa.

Para preservar su cultura, viven del turismo, mercadeando con souvenirs típicos de su cultura y realizando exhibiciones de los pocos cocodrilos que aún quedan en la zona y que son criados en cautividad en sus propias casas para deleite y algún susto del turista.

LA METRÓPOLI MÁS GRANDE DEL CONTINENTE

El Cairo es una ciudad inmensa la cual ofrece miles de rincones de interés turístico, pero nombrarlos todos es imposible. En los tours turísticos se propone la visita del antiguo barrio copto, corazón de la comunidad cristiana local de Egipto que destaca por su riqueza histórica.

En el siglo II D.C, los romanos establecieron allí una fortaleza a la que llamaron “Babilonia en Egipto” dentro de esta fortaleza se encuentra la Iglesia de San Sergio, que fue uno de los lugares donde se albergó José y María durante su huida del Rey Herodes hacia Egipto.

La iglesia tiene forma de basílica y decorada como tal, en su interior columnas con capiteles corintios de mármol, granito y roseta sostienen la galería superior que circunda el recinto, dispone de tres altares y una magnífica decoración de escenas de Cristo y los ángeles labrada en madera datadas del siglo X.

La parte más importante de la iglesia es la parte subterránea donde se encuentra las habitaciones que albergaron a la Sagrada Familia en su paso por Egipto.

El barrio copto llegó a reunir más de veinte iglesias en menos de un kilómetro cuadrado, aunque hoy en día solo quedan unas pocas. También fue lugar de refugio de los judíos expulsados de Tierra Santa en el año 70, que dejaron como legado la sinagoga de Ben Ezra más antigua del país.

El barrio copto es uno de los lugares más sorprendentes de la ciudad, Como curiosidad hay que aclarar el origen de la palabra copto, pues es la que empleaban los griegos para referirse a los egipcios una vez conquistados, a posteriori la expresión permaneció para calificar a los cristianos, pues hay que tener en cuenta que el 20% de la población de Egipto es cristiana ortodoxa y es en este barrio donde viven la mayoría en la ciudad del el Cairo.

LAS PIRÁMIDES VISITA OBLIGADA

Son la imagen de Egipto, este conjunto funerario forma parte de las siete maravillas del mundo que se encuentra en pie a día de hoy, al igual que la mayor y más visitada atracción turística del mundo. Con 2570 años de antigüedad estas tumbas descomunales ya estaban en pie cuando nació Jesucristo.

La gran pirámide de Keops es la mayor, llegó a medir 146 metros de los cuales solo ha menguado 9 La pirámide de Kefrén parece mayor que la de su padre Keops, mide realmente 136 metros, pero está situada en un terreno más elevado por ello da esa sensación de mayor altura, le sigue la pirámide de Micerinos, de 62 metros de altura.

La esfinge siempre impertérrita, se cree que es la imagen del faraón Kefrén pues fue tallada en la misma época que la construcción de su pirámide. Todas ellas son accesibles y visitables previo pago de la entrada correspondiente tanto al recinto como a la pirámide, actualmente no está permitido subir a su cima para preservar su estado, aunque el verdadero expolio fue cometido durante siglos arrancando sus cubiertas para embellecer palacetes y mezquitas.

El museo egipcio del Cairo

Es una de las visitas imprescindibles, se encuentra en pleno centro de el Cairo, ubicado en un edificio neoclásico de color rosa, y alberga la mayor colección de antigüedades egipcias de todo el mundo.

Más de 12.000 piezas incluidas momias, sarcófagos, estatuas y por supuesto la famosa colección del tesoro de Tutankamón, con cientos de piezas de oro y alabastro que se encontraron en el descubrimiento de la tumba real.

La visita al museo muchas veces está mermada de tiempo, y los guías van directamente a la primera planta para entrar de lleno en las galerías que componen el preámbulo del tesoro de Tutankamon.

Realmente la visita en plenitud para un entusiasta de la historia de Egipto no va a ser de inferior de dos días completos, pues hay cientos de detalles que merecen ser vistos con detenimiento, más ahora que está permitido tomar fotos previo pago.

Merece la pena poder tomar fotografías, aunque sea pagando 50 libras egipcias, será un grato recuerdo de nuestra visita al museo.

AVISO A NAVEGANTES!

En la sala del tesoro de Tutankamon no está permitido tomar fotografías, por consiguiente y es una recomendación, no intentar sacar ninguna ni con cámara ni con teléfono.  Pues os arriesgais a que: primero os hagan salir de la sala, segundo os requieran la cámara o teléfono para borrar las imágenes, tercero si os ponéis demasiado flamencos, es probable acuda la seguridad del museo “policía” y os echen directamente a la calle con métodos más contundentes.

 

La visita a la sala de las momias reales se paga a parte de la entrada general, tenedlo en cuenta.

A la salida pasareis por una galería comercial, donde podrás adquirir souvenirs, aunque os recomiendo la adquisición de una excelente guía fotografía con todos los objetos más importantes que pueden ser contemplados en la visita, por unas 500 libras egipcias, 23,50 euros.

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