La peninsula de Neringa en Lituania (IV)
El parque Nacional de Neringa forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde el año 2000. Nos encontramos ante una lengua de tierra de unos 97 kilómetros aproximadamente de largo que se haya emplazada entre el Mar Báltico y el Mar de Kursius. Su formación se debe a la erosión de las olas y las corrientes marinas que durante más de 5.000 años ha sufrido la zona. Con el paso del tiempo, la batalla entre la tierra y el mar ha dado como fruto la formación de esta singular península. La mayor parte, que es la del norte, pertenece a Lituania.
El resto, una pequeña región que abarca las poblaciones de Morskoye, Rybachy y Lesnoye pertenece a la región rusa de Kaliningrado. Aquí se hayan algunas de las más bellas dunas de arena móviles del norte de Europa. Neringa es un lugar idílico para los amantes de la naturaleza por su biodiverisidad y su fauna. Pero también es un gran descubrimiento para aquellos que buscan un lugar para descansar. Neringa es un balneario natural de gran belleza desde mediados del siglo XIX. Por aquel entonces las excavaciones en busca del preciado ámbar popularizaron la zona en la que se crearon lujosos lugares dedicados al descanso. En el paisaje de Neringa predominan las altas dunas y limpias playas, la arquitectura de las casas de pescadores reflejan una clara herencia etnográfica. En Neringa encontramos cuatro poblaciones importantes: Nida, Juodkrante, Preila y Pervalka. Para los que buscan unas vacaciones en el mar en un entorno tranquilo, diferente, con playas de arena fina, en plena naturaleza, aquí nunca quedaran decepcionados. Esta pequeña zona recibe a los turistas y les ofrece el sol y la playa como nunca antes lo hubieran imaginado. Pero es cierto. Así de sencillo, y así de espectacular, un vergel esperando a ser descubierto por las masas.
Esperemos que no llegue a eso. Pero sin duda alguna. Neringa merece ser descubierto y ser merecedora de una fama que bien se merece. La playa de Nida está considerada una de las más limpias de Europa, con bandera azul, su signo de calidad. Además de los hoteles que hay en Nida, los habitantes de la ciudad les ofrecen a los turistas sus apartamentos y habitaciones. Otra opción que a veces nos permite empaparnos más de la cultura lituana a un precio muy económico. La segunda población por tamaño y popularidad es Juodkrante. Juodkrante ofrece un descanso en un rincón acogedor de naturaleza: la población está situada a lo largo de 2 kilómetros de la costa que tiene carriles para bicicletas, jardines y muchos paisajes. Al lado del pueblo encontramos escondidas varias esculturas de madera que simbolizan los personajes mitológicos del folklore del país. Se trata de la “Colina de las Brujas”. Un imponente paseo por el frondoso bosque lituano por el que descubriremos las más impresionantes esculturas talladas en troncos de árboles.
Un panorama que a veces se vuelve algo aterrador, pero que sin duda, despierta la curiosidad de todos los visitantes de la zona. La oferta que se ofrece para el turista es realmente irresistible. Desde paseos en bicicleta por toda la península, totalmente preparada para ello, contando incluso con puestos de avituallamiento; hasta las salidas a navegar en barco por el Mar de Kursiu. Teniendo la oportunidad de visitar la desembocadura del río Nemunas, la aldea Minge, Uostadvaris, entre otros lugares. Para los amantes del deporte, existen excelentes condiciones para la práctica de la vela, el windsurf y kitesurf. Y para los que les apasione el arte de la pesca también tienen sus oportunidades de llevarse su trofeo. Un paraíso natural al alcance de todo el mundo con posibilidades infinitas. Por cierto, no olvides llevarte contigo algún recuerdo de ámbar. Hay auténticas joyas, y muy bien de precio. Valen la pena.