La Feria de la Castaña de Mourjou

La verdad es que cualquier excusa es buena para visitar a nuestro país vecino, Francia.

A veces tan cercano y a veces tan lejano. Pero sin duda alguna, es, turísticamente hablando, uno de los mejores destinos de Europa. En esta ocasión, os vamos a tentar con una propuesta muy suculenta, de la que pueden participar todo el mundo. Se trata de la Feria de la Castaña de Mourjou en Chataigneraie que se haya situada en el Cantal, que es un departamento de Francia situado en la región de Auvergne, también muy conocido por sus quesos.

Pero para llegar hasta Mourjou, lo mejor será sugeriros un par de lugares maravillosos para visitar y, de paso, realizar alguna que otra actividad lúdica.

Nuestra primera parada se la dedicaremos a la diminuta y medieval población de la Couvertoirade. Con tan sólo 189 habitantes y miles de ovejas, posee un patrimonio cultural que bien merece una parada, sobretodo si realizas tu camino en coche, y si te gusta el tema de los Templarios, aquí hayarás sus huellas en el castillo. Nos encontramos ante un paraje protegido y preservado que conserva los vestigios medievales.

La siguiente población en la que deberíamos hacer un alto es la Malène. Allí es imprescindible recorrer en barca las «Gorges du Tarn«. Visitar las Gargantas del río Tarn con un barquero constituye una visita guiada de un centro natural. Se asemeja a una exposición o a un museo al aire libre, en donde podemos compartir un momento inigualable en un marco excepcional. En la zona más bonita de las Gargantas del Tarn, en el pueblo de la Malène, los barqueros ofrecen entre los meses de abril y octubre, un paseo de 8 kilómetros a lo largo de una hora aproximadamente. Una excursión para grandes y pequeños que dejará boquiabiertos a ambos.

Llegados a este punto siguiente población, en la disfrutarán sobretodo aquellos a los que les encante los spas y centro termolúdicos, es Chaudes-Aigues. Una encantadora población de la que surgen manantiales de aguas termales. Bien merece visitar el centro geotermal donde nos explicarán a la perfección de donde sale toda esa agua caliente, la más caliente de toda Europa, con una temperatura máxima de 82 grados. Pero lo mejor está por venir, el centro termal Caleden. En él podremos tomar las aguas más purificantes de Francia, darnos un gusto al cuerpo con alguno de sus tratamientos excepcionales. Todo un lujo.

Después de tanta agua, lo que nos conviene es descansar bien para lo que se nos vendrá encima. Por eso, os recomendamos que hagáis noche en el Auberge des Montagnes. Un delicioso hotelito de montaña situado en Pailherols, donde podéis disfrutar de una cena de lujo por un precio módico.

Para los amantes del queso, podeis visitar alguno de los productores del Cantal o Salers de la zona. Son pequeños productores que se dedican a hacer este excelente queso de la manera tradicional. De paso, comprar un poco de este manjar de dioses es una oportunidad que los buenos gourmets no pueden dejar pasar. Antes de aventuraros por vuestra cuenta es mejor preguntar en el mismo hotel o en la oficina de turismo para que os reserven hora u os indiquen cual de ellas está abierta, ya que son productores pequeños y os podéis encontrar con más de una cerrada. Mejor preguntar antes de salir.

Y por último, y antes de llegar a la estrella del viaje, nos queda Aurillac. Un paseo por sus calles, la visita del mercado de productos típicos, también repleto de quesos, y algún artesano de cuchillos y navajas, muy famosas y muy apreciadas en todo el país.

LA FERIA DE LA CASTAÑA

La Feria tiene lugar cada año durante el mes de octubre. Puedes visitar su web para asegurarte (www.foirechataignemourjou.fr), pero la próxima tendrá lugar el 22 y 23 de octubre de 2011. Así que ya puedes reservarte la fecha.
Con la llegada de la temporada de la castaña, se reunen en la pequeña localidad de Mourjou más de ochenta artesanos que exponen en sus puestecillos lo mejor de su producción. Todo relacionado con la castaña, por supuesto. Más de 20.000 personas la visitan cada año y se llegan a consumir más de dos toneladas de castañas y más de 5.000 litros de sidra dulce. Durante los dos días que dura el acontecimiento todo un programa de actividades de distintos tipos llenan el tiempo de los visitantes. Desde pequeños conciertos al aire libre, ver como se esculpe una figura humana en madera de castaño con una motosierra, aprender como asar bien castañas, talleres de cocina hasta asistir a la ceremonia de las confradías de la castaña.

Por supuesto, la visita obligada de la Maison de la Chataigne, es más una delicia que una obligación. Es un lugar de descubrimiento lúdico que lo componen varios edificios en los que nos vemos acompañados por un personaje imaginario, Colette Castanier que nos cuenta la vida en la región de la Chataigneraie y todo lo que debemos saber de la castaña.

Descubriremos el granero, el horno de pan, el vergel, la huerta, la casa de Colette y los castaños. Además tienen toda la información en castellano para poder enterarnos de todo, toda una amabilidad de parte de Colette.

La verdad es que esta feria es una especie de mercado donde se venden todo tipo de productos que tienen como base la castaña. Aquí podrás degustar la magnífica cerveza de castaña, pastelitos típicos de castaña, crepes con crema de castaña, licores varios de sabor de castaña, embutidos que utilizan la castaña para aderezar su sabor, mermeladas con castaña, marrons glaces que se derriten en tu boca provoncado un extasis de sabor, las típicas castaña asadas, etc. Todo un placer para el paladar, sobretodo de los golosos, y para el bolsillo, porque realmente está todo muy barato comparado con los precios de España. El ambiente festivo que se vive es fenomenal, la amabilidad de la gente sorprende, y los productos son de primera calidad.

Por último, cabe destacar la ceremonia de las cofradías de la castaña, todo un ceremonial que acaba con música, risas, canticos, bailes y por supuesto una o dos copitas del licor más consumido durante los dos días, el de castaña.

Una celebración que guardarás en la memoria toda la vida y desearás volver a repetir.