Diez sitios imprescindibles que ver y visitar en Gran Canaria
Diez sitios imprescindibles que ver y visitar en Gran Canaria. Es la isla de los contrastes y de las playas de arena rubia. Un pequeño paraíso en el atlántico sur que durante su historia ha mantenido vivas las tradiciones locales y la mezcla de culturas y donde todos sus visitantes encontrarán todo lo que siempre han buscado para relajarse, divertirse en plena naturaleza y pasar las mejores vacaciones.
Situada a 210 kilómetros de las costas africanas y a 1.250 kilómetros de la Península Ibérica, Gran Canaria es la segunda isla en población, casi 850.000 habitantes, de gran actividad económica y muy cosmopolita, cosa que otorga a sus gentes un carácter muy abierto y de gran diversidad cultural; en ella se encuentra la primera ciudad del archipiélago, Las Palmas de Gran Canaria.
Conocida como “un continente en miniatura”, Gran Canaria se divide geográficamente entre el Norte y Sur por una cordillera central que le confiere una gran diversidad de microclimas diferentes dependiendo de la ubicación, permitiendo pasar en poco tiempo de la costa cálida a atravesar valles y bosques subtropicales o alcanzar cumbres frías y, hasta en ocasiones nevadas.
Mientras que en el Sur se encuentra la zona más cálida de la isla, con playas arenosas como la Playa del inglés o las Dunas de Maspalomas, en el Oeste y Suroeste dominan los acantilados y las zonas más expuestas a las mareas y vientos del atlántico.
En el Norte, por lo contrario, predomina un ambiente más templado con pequeñas playas con calas. Un pequeño paraíso donde la temperatura media anual no supera los 24 grados centígrados y que junto con la orografía y las buenas comunicaciones con la isla lo convierten en un destino perfecto para visitar cualquier época del año.
Gran Canaria desde siempre ha estado acostumbrada al continuo trasiego de gentes y culturas por ser un puente entre Europa, África y América. Ya en el primer milenio a.C. encontramos referencias de una clara vinculación con la costa noroccidental del continente africano y el entorno cultural de los beréberes que colonizaron la isla. A partir de ahí la llegada de distintos pueblos a Gran Canaria no ha cesado.
RUTA POR LOS PUEBLOS DEL NORTE
Que los visitantes decidan hospedarse en los puntos más turísticos de la isla como en la capital, o en las zonas más cálidas del Sur como Maspalomas, Mogán o San Bartolomé de Tirajana es un hecho.
Como si de un pequeño planeta en medio de la nada se tratara, Gran Canaria rezuma belleza de este lugar reside en cualquier rincón de la isla y la vuelta a toda ella es una de las excursiones más típicas que realiza todo visitante, incluso de cualquier grancanario. Desde la capital se pueden trazar rutas por toda la isla.
Es el punto de partida de cualquier excursión, pero los primeros días resulta más cómodo para todo visitante abarcar los municipios del Norte o del centro de la isla y a continuación desplazarse hacia las zonas más cálidas y secas del sur. Sea cual sea el orden la esencia canaria siempre permanecerá intacta.
DE EXCURSIÓN A TEROR
No hay excursión por el Norte de la isla que no comience o pase por la Villa de Teror. Hogar de la virgen del Pino -patrona de Gran Canaria-, es uno de los municipios más antiguos y la capital religiosa de la isla. El fervor religioso se siente en todo el pueblo y, no es para menos, porque es el lugar de peregrinación de muchos de los habitantes de Gran Canaria.
El desarrollo agrario en los siglos XVII y XVIII fue determinante para impulsar la economía y la riqueza del municipio, reflejado en la bella y pintoresca arquitectura de su centro histórico, destacando las coloridas viviendas de estilo colonial, dispuestas de forma continua y adornadas con elegantes y vistosos balcones canarios. Un centro histórico único en el territorio nacional, merecedor de ser catalogado como Bien de Interés cultural.
VISITANDO FIRGAS
Situada en las medianías del Norte, en Firgas se encuentran los manantiales de agua mineral más populares de las Islas Canarias que dieron fama merecida a este municipio, siendo el agua su recurso más importante. Tanto del municipio como de la isla. De esta actividad queda la planta embotelladora de agua gasificada cuyo líquido es una de las aguas de mesa más utilizada por los grancanarios.
La deforestación de esta comarca durante siglos permitió la aparición de actividades artesanales relacionadas con la madera, ya sea para la elaboración de instrumentos de labranza, para la fabricación de mobiliario típico, balcones, instrumentos musicales y otros. Otras labores artesanales que se mantienen en la zona son la elaboración de alpargatas de esparto, bordados, calzados, traperas y trajes típicos.
En la Villa encontramos la iglesia de la Concepción, edificio de 1875 que sustituyó la anterior construcción destruida por un incendio. A pocos metros está el Huerto de las Flores, en el que se han reunido 105 variedades de flora de todo el mundo.
Uno de los monumentos más famosos de este municipio lo encontraremos en una de sus empinadas calles, cuya pendiente se aprovechó para construir una fuente con cascadas escalonadas con piedra de cantería sirviéndose de los 30 metros de longitud del vial, la cual homenajea la riqueza hídrica del municipio.
A ambos lados de la fuente le sigue una consecución de bancos decorados con azulejos donde se encuentran los nombres de los 21 municipios de Gran Canaria en cada uno de ellos y pone la guinda a una calle bellísima con vistas y con una pintoresca estampa que caracteriza a todos los pueblos canarios.
DESCUBRIENDO ARUCAS
Arucas es la localidad más poblada del norte de la isla después de Las Palmas de Gran Canaria, la capital. Muestra a lo largo de terrazas y grandes extensiones cultivadas de plataneras, una parte de su pasado agrícola en el que la fruta cubría prácticamente todo su suelo. El monocultivo de la platanera aún se halla ampliamente extendido en la localidad. Hasta el año 1970, Arucas era el municipio con una mayor superficie de terreno dedicada al cultivo del plátano en todo el archipiélago.
Hermoso pueblo de artesanos o «labrantes» de la piedra, tiene su máximo exponente del trabajo de la cantería en la iglesia de San Juan Bautista, un edificio oscuro, imponente, construido a principios del siglo XX en estilo neogótico, ideado por el arquitecto catalán Manuel Vega i March que permitió a los maestros labrantes realizar grandes alardes ornamentales con la famosa piedra azul de las canteras locales.
La ciudad de Arucas, por el papel que ha representado como segunda urbe en el norte de la Isla (considerando que Telde se halla en el Noreste), sobre todo durante el siglo XIX y primera mitad del presente siglo, es portadora de valores arquitectónicos y urbanísticos singulares, localizados en su mayor parte en el actual Casco Histórico, declarado desde el año 1976 de interés Histórico – Artístico.
BODEGA LOS BERRAZALES – FINCA LA LAJA
A tan solo 20 minutos de Agaete, escondida a los pies de los riscos de Tamadaba, entre cafetales y una naturaleza exótica y tropical, se encuentra la Bodega Los Berrazales, en la Finca La Laja, afamada por sus naranjas, café, y por sus vinos.
En esta finca de más de 200 años de historia, la familia Lugo-Jorge realiza un continuo trabajo de recuperación y conservación de la tradición agrícola y vinícola de la zona. La familia pone sus cinco sentidos y todo el cariño en la producción de vinos tintos y blancos, impregnados de los sabores del valle, con los viñedos situados casi a nivel del mar, resguardados así de las brisas marinas.
La Bodega los Berrazales ofrece la oportunidad de conocer sobre el terreno su labor vinícola a sus visitantes. Una visita guiada nos ayudará a conocer el proceso de elaboración del vino, madurado en sus rústicas instalaciones como antaño, además de los cultivos de naranjas y café en la finca de La laja.
En la bodega también es posible disfrutar de la mejor hospitalidad y de la gastronomía tradicional canaria en su pintoresca y acogedora terraza, con unas vistas impresionantes del valle en una atmósfera de tranquilidad en plena naturaleza.
Más información: www.bodegalosberrazales.com