El Marrakech imprescindible
Marrakech es la joya de Marruecos y una grata sorpresa para el viajero. Es una ciudad para visitar sin prisas. Disfrutar de su cultura, de su gastronomía y de su gente es gratificante. Marrakech es, sin duda, todo un acicate para los sentidos del viajero espectante de nuevas experiencias. Os presentamos el Marrakech imprescindible.
Marrakech es una de las ciudades más importantes de Marruecos, y posiblemente una de la más bonitas del país. Junto a Rabat, Meknes y Fez es una de las cuatro ciudades imperiales. Situada en un punto estratégico para comerciantes y mercaderes, los viajeros tomaron su ubicación, a los pies del Atlas y en compañía del desierto del Sáhara, como un lugar de paso obligado desde tiempos immemorables. La ciudad está dividida en dos partes, la primera, el centro con la gran Medina o ciudad vieja, custodiada por bastiones de tierra rojiza, y, la ville nouvelle o ciudad nueva, construida por los franceses durante el tiempo de dominio colonial. En toda Marrakech rige la regla según la cual el exterior de los edificios tiene que ser rojo, el color natural de la tierra local. Es por este motivo que se la denomina la “Ciudad Roja”. La Ciudad Roja es más una ciudad de sensaciones que de grandes monumentos. Los colores, sonidos y olores son parte de su encanto. Sobretodo su gente, maravillosa, te encandilará en muy poco tiempo.
El zoco es uno de los meyores focos de concentración de turistas. La verdad es que puedes pasarte un día entero recorriéndolo. Sus calles en forma de laberinto son todo un acicate para los sentidos del viajero. Perderse en fácil, pero fácil es salir con ayuda. Basta con preguntar a alguno de los tenderos para orientarte. Hay que tener en cuenta que parte del encanto reside en caminar por las callejuelas sin saber qué depará siguiente paso. Marrakech es una ciudad para visitar sin prisas. No es necesario un guía para visitar la ciudad, aunque si recomendable para que te orientes y no te pierdas los principales puntos turísticos, al menos el primer día. Cualquier visita debería centrarse en la zona de la Medina y la Plaza Jemaa-el-Fna. Partiendo de estos dos puntos, la mayoría de los lugares de interés están a poca distancia a pie. La medina también posee tres museos de estilos diferentes que merecen su visita.
IMPRESCINDIBLE EN TU VISITA
La es una gran plaza de forma irregular considerada como el corazón de la Medina. Desde aquí fluyen en todas direcciones una infinita red de callejuelas. Por la mañana la vida cotidiana se abre paso con lentitud. Con el paso de las horas cobra vida. Poco a poco acuden los vendedores ambulantes de todo tipo, mujeres que utilizan la henna para adornar manos y pies con bonitos motivos, los vendedores de agua, o los vendedores de quincalla. Pero la Plaza en toda su plenitud sólo la podemos disfrutar al anochecer. Es entonces cuando el ambiente es realmente espectacular. Todo Marrakech se da cita con el ocaso del sol. La panorámica desde las terrazas de los bares es espectacular y es aconsejable, por lo menos una vez, subir a una de ellas. Turistas y marroquís se combierten en espectadores que disfrutan de malabaristas, músicos, faquires, encantadores de serpientes y cuenta cuentos. Es un espectáculo de sonidos, olores y colores. Lo mejor es dejarse llevar, seguir a la gente, disfrutar de cada espectáculo callejero. Recuerda que los artistas pedirán una propina por su actuación así que no te hagas el rácano y déjales algo, lo agradecerán con el corazón y se dejarán hacer fotografías. Mientras todo esto ocurre, en el centro de la plaza decenas de restaurantes improvisados sirven platos tradicionales cocinados en el acto. El cous cous está especialmente bueno.
La Avenida Mouassine es la calle más “chic” de la Medina. Aquí se esconden las tiendas de moda, como Dar Cherifa y el Ministerio del Gusto, así como exquisitos riads.
La Avenida Mohammed V es la arteria más importante de Guéliz, el barrio principal de la ciudad nueva. Los edificios modernos de oficinas, bancos, tiendas, restaurantes y cafés con terrazas se emplazan en esta avenida que termina a los pies del minarete de la Koutoubia. El Barrio de los mercados o zocos se halla junto a la parte norte de la Plaza Djemaa el Fna. Las calles principales son la Rue Semarine, un sin fin de pequeños bazares; y la Rue Mouassine que es más tranquila. Cada sección se denomina según el tipo de mercancías que ofrece o de los talleres de los artesanos.
La Mezquita Koutoubia se encuentra en el interior de la Medina, y está acompañada por unos jardines de bonitos rosales. Se construyó en el siglo XII y es famosa sobre todo por su minarete que fue el modelo de referencia para construir la Giralda de Sevilla. La torre de 77 metros de altura es el edificio más alto de la ciudad, y sirve como referencia para ubicarse desde cualquier punto de Marrakech. Es una lástima pero el interior no se puede visitar.
El Jardín Majorelle lo hizo construir el pintor francés Jacques Majorelle alrededor de su taller. Durante los años sesenta, la propiedad pasó al famoso diseñador francés Yves Saint Laurent. Se construyó una nueva villa y se abrió en el antiguo taller de Majoralle una exposición permanente de arte islámico, asimismo se recuperó el jardín inspirado en un estilo muy sensual. Un lugar que encanta como si se tratase de alguna extravagante creación de alta costura de Saint Laurent.
Los Jardines de Menara son los jardines más famosos de Marrakech. En estos jardines se puede ver un gran estanque presidido por un curioso edificio y miles de olivos que se riegan con su agua. El edificio central que preside el lago fue encargado por el sultán Sidi Mohammed y la leyenda urbana dice que antiguamente fue el lugar de los encuentros amorosos de los sultanes de la ciudad.
El Palmeral de Marrakech tiene más de 100.000 palmeras y fue plantado durante la dinastía almorávide en un terreno de más de 13.000 hectáreas. Hoy en día, el palmeral está considerado una zona de lujo y es el centro de un gran plan urbanístico que incluye residencias, hoteles y campos de golf.
SUGERENCIAS
Nos gustaría sugeriros dos propuestas diametralmente opuestas. Se trata de dos alojamientos. Terres d’Amanar y el Resort Palmeraie Golf Palace. El primero ideal para familias y turismo activo, y el segundo el lujo, el golf y el relax.
Terres d’Amanar se encuentra situado a 35 minutos de Marrakech, la finca de Terres d’Amanar ofrece al viajero, amante de la naturaleza y la evasión, unas vistas espectaculares a los pueblos bereberes y a las cimas del Alto Atlas. Totalmente adaptado al medio, este lugar, diseñado por el arquitecto marroquí Mohammed El Anbassi, apuesta por una arquitectura sostenible y antepone los espacios abiertos. Todo un ejemplo concreto de turismo responsable en Marruecos. Para los amantes del deporte, Terres d’Amanar ofrece estupendas rutas de tirolinas, puentes colgantes, acropark y rutas en bicicleta de montaña. Los amantes de las emociones fuertes podrán enfrentarse al vacío y admirar los vertiginosos cañones forjados por la erosión. Los más tranquilos podrán optar por los bolos bereberes, el tiro al arco, el polo subido a un asno, el yoga, la sofrología, una noche de astronomía o incluso una sesión de cetrería. Ofrece asímismo rutas de senderismo, en asno o a caballo, para buscar plantas aromáticas, pigmentarias o medicinales usadas en la farmacopea tradicional. Todo una experiencia. www.terresdamanar.com
Palmeraie Golf Palace . Situado a los pies del Atlas, el hotel se alza en pleno corazón del Palmeral, un auténtico oasis de paz. Amplitud, lujo y exquisitez marcan este hotel. Solo su spa cuenta con 5.000 metros cuadrados, quedando patente que el binestar de sus huespedes es su objetivo. Su filosofía se basa en la búsqueda de equilibrio entre los rituales marroquíes de belleza y el “arte de vivir asiático”. www.palmeraiemarrakech.com
VIDA NOCTURNA
Marruecos, para ser un país islámico, tiene una vida nocturna bastante divertida. El consumo de alcohol es tolerado fuera de la Medina, hecho que facilita la diversión en las zonas destinada al ocio nocturno. Los vinos locales y las cervezas son de excelente calidad y tienen precio bajos, así que ya que estás en Marruecos es lógico que pruebes alguna de sus marcas. En la vida nocturna de Marrakech podrás encontrar desde discotecas hasta espectáculos de danza del vientre. La mayoría de los bares, restaurantes y cafés con terraza de la ciudad se encuentran en alrededor de la Avenida Mohammed V. También es la zona en la que se concentran las discotecas y clubs de moda. Las discotecas más frecuentadas y recomendables en Marrakech son el Jad Mahal, un complejo de bar, restaurante y discoteca; Le Diamant Noir, cuenta con 3 bares, la pista de baile y un salón de hip-hop; Avenue es una de las discotecas más populares de de la ciudad; CottonClub, es un lugar de más categoría, para gente on más dinero, pero con mucha diversión; El NewFeeling es una discoteca muy exclusiva de la ciudad pero vale la pena. [divider]NUESTRO VIDEO[/divider]
[divider]TE RECOMENDAMOS[/divider] [column size=one_half position=first ] La Safraniere www.safran-ourika.com La Nectarome www.nectarome.com Museo Art de Vivre www.museemedina.com 33 rue Majorelle www.33ruemajorelle.com Palais Rhoul www.palais-rhoul.com Restaurante La Pause www.lapause-marrakech.com [/column] [column size=one_half position=last ] Restaurante Café Arabe www.cafearabe.com Restaurante La Table du Marché www.hivernage-hotel.com Restaurante Comptoir Darna www.comptoirmarrakech.com Restaurante – club Azar www.azar-marrakech.com Turismo de Marruecos www.turismomarruecos.com [/column]