Lago de Como
El lago de Como, para muchos un gran desconocido, es un gran lago situado en la región de la Lombardía en Italia, y abarca las provincias de Lecco, Cólico y Como. A 199 metros de altitud sobre el nivel del mar, con una superficie de 146 kilómetros cuadrados y con sus 416 metros de profundidad, es uno de los lagos más profundos de Europa. Es el tercer lago más grande Italia, después del Lago de Garda y el Lago Maggiore. Su forma curiosa recuerda la de una «Y» invertida, al oeste, Como, al este, Lecco y al norte, Cólico. También es denominado Lago de Lario, que corresponde a su nombre en latín. La parte del lago situada en Como se dividide en dos partes: la primera es la que parte de Como ciudad y llega a los pueblos de Moltrasio y Torno, de dónde sale para ir a parar a Laglio. La segunda llega a Balbianello, dónde se encuentra la localidad de Bellagio. Justo aquí se halla la Isla de Comacina, la única del lago en la que se han encontrado restos romanos.
Subiendo por la la ribera occidental de Cólico, se encuentra el pueblo de Dongo, dónde la Resistencia italiana capturó a Benito Mussolini en 1945; no lejos de allí está también la localidad dónde fue ejecutado Giulino di Mezzegra. Gracias a algunos célebres turistas como George Clooney, Matt Bellamy, y algun que otro diseñador de moda, la zona ha pasado a ser foco del turismo mundial. Sus pueblos son famosos y atraen a muchos turistas de todo el mundo. Se dice que posiblemente fue el paisaje de fondo del cuadro de la Mona Lisa. Además ha sido elegido como localización de películas como «El ataque de los Clones» de 2002, «Ocean´s twelve» de 2004 o «Casino Royale» de 2006″ entre otras.
Entre los pueblos más importantes que se bañan con sus aguas, además de Como, podemos maravillarnos con Cernobbio, Tremezzo, Cadenabbia con su Villa Carlotta de 1747, en medio de un espléndido parque ajardinado, Menaggio, la antigua Gravedona, con la bella iglesia de Santa María de Piona, sugestivo monasterio del siglo XI que se extiende sobre el lago, rico en obras de arte del siglo XIII, Bellano, Varenna, la moderna y activísima Lecco, donde vivió Alejandro Manzoni que en esta zona ambientó su obra «Los Novios» y finalmemte la señorial Bellagio. En definitiva un paraje de película que se halla a tan solo una hora de Milán. Un destino maravilloso y recomendado para todos los públicos.
La ciudad que le da nombre al lago, Como, de siempre había sido habitada. Pero fue con la llegada de los romanos, que la dotaron de importancia estratégica por su situación geográfica, que empezó a desarrollarse. Hoy en día cuenta con una población de 100.000 habitantes aproximadamente y basasicamente se vive del turismo y la industria textil, sobretodo la seda.
Pasear por sus calles es un acto de romanticismo puro. Hay que recordar que los mejores directores del mundo han rodado escenas de sus películas allí, e incluso algunos actores o futbolistas famosos tienen su mansión allí. Será por algo. Agraciada por su rico patrimonio artístico, del cual destaca La Catedral, una mezcla de estilos ya que fué edificada en diferentes épocas. La fachada es del 1455, los cruceros del siglo XVII y la cúpula se construyeron siguiendo el proyecto de Juvara. En su interior alberga obras de arte como la magnífica «Sagrada Conversación» de Luini, una pintura al fresco de Morazzone y una decena de tapices del siglo XVI muy bien conservados. Justo al lado de la Catedral se halla el Broletto, construido en 1215 y modificado posterioremente, y que es un antiguo palacio municipal decorado con bonitos motivos en mármol de diferentes colores. Un acompañante ideal para la Catedral. En la calle Vittorio Emanuele II se sitúa la Basílica de San Fedele. Construida en el prerrománico sobre otro templo pagano que ya existía en ese emplazamiento. De ella destaca el bello ábside externo con galeria superior y sus ventanales circulares que le confieren un punto de nobleza. Muy cerca de San Fedele, en la plaza Medaglie d’Oro, nos espera con impaciencia el Museo Cívico con piezas arqueológicas que narran la historia de la zona con gran destreza. Llegados a este punto, lo mejor es dirigirse hacia la Porta Torre Medieval fechada en 1192. De ella, quedan sus restos y parte de las murallas. Junto a ella resta la pequeña iglesia románica de San Abbondio.
También vale la pena visitar el Palacio Terragni (ex-casa del fascismo), la Villa Olmo, la pinacoteca y el Museo de la Seda por la importancia en la economía de dicha tela. Por último, y si queremos gozar de una vista panorámica del lago y de Como, podemos coger el Funicular de Brunate que nos llevará hasta la cima de la montaña. Divino. Las demás villas del lago las deberás visitar cogiendo alguno de los muchos barquitos que nos desplazarán cómodamente por él. No puedes dejar de visitar la encantadora Bellagio que se alza, como un diamante en la sortija, al final de un promontorio que divide los dos brazos del sur del lago de Como.
El centro histórico de la ciudad es fascinante, con sus estrechas callejuelas y sus arcos, sus antiguas villas patricias y sus lujosos hoteles. Lezzeno no está lejos de Bellagio y desde aquí se puede visitar en barco el Grotto de Bulberi. En Nesso se encuentra una espectacular catarata que cae hacia el ravine. Pasando por Careno, con su iglesia de San Martino del siglo XII, el visitante llega hasta Torno, donde se encuentra Villa Pliniana, de gran interés, con su curiosa catarata intermitente que se conoce desde tiempos antiguos. Lecho, en un emplazamiento montañoso de atractivo paisaje, se encuentra en el brazo sureste del lago de Como. Hay un museo de la ciudad y la Villa Manzoni, donde el celebre escritor Alessandro Manzoni residía. Todo esto y mucho más te espera para deleitarte en el Lado de Como, un lugar que destaca, como hemos dicho antes, por su romanticismo.
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