Escapada a Dublín
La capital de Irlanda siempre ha sido muy popular entre los turistas españoles, sobretodo entre los más jóvenes, que con la “excusa” de aprender inglés pasan temporadas inolvidables en la ciudad de los pubs. Dublín es una de las capitales europeas que han sabido crecer, en todos los sentidos, y no perder ni un ápice de personalidad. El estilo arquitectónico típico irlandés está presente en toda la ciudad, cosa que le permite no romper con su estética. Si la ciudad es auténtica, sus gentes aún lo son más. Para darte cuenta de esto, no te hará falta mucho tiempo. La verdad es que es una ciudad fascinante. Sin duda alguna, la ciudad de Bono y U2 posee una atracción fatal, enamoradiza, que hace que el turista repita una y otra vez en Dublín.
QUÉ VISITAR
Dublín es una de las ciudades más bellas de Europa, y ofrece una gran cantidad de atracciones. La mayoría de los puntos de interés se encuentran al sur del río Liffey, en una zona de impresionantes mansiones georgianas, situada entre los alrededores de Grafton Street y el elegante St Stephen’s Green. Allí se encuentran el Trinity College, el National Museum, Leinster House, donde se reúne el Parlamento Irlandés, y el National Gallery de Irlanda.
Cerca de allí está el barrio de The Temple Bar, donde antaño se asentaron los vikingos en Dublín. Al este, se encuentran las catedrales Christ Church y St Patrick’s (de la época anglo-normanda), de una arquitectura impresionante. Desde Cook Street también se puede apreciar la muralla normanda de la ciudad. El Dublin Castle, símbolo de la descendencia anglo-irlandesa, y aunque sólo se conserva una de las torres se erige orgulloso en Dame Street.
El barrio de Liberties se extiende al oeste de la catedral de St Patrick’s y acoge el Guinness Storehouse y su fábrica de cerveza, el Museo Irlandés de Arte Moderno y Kilmainham Gaol, el museo que relata la lucha irlandesa por la independencia.
La ciudad está partida a la mitad por el río Liffey, que fluye de oeste a este y se puede cruzar por varios puentes. Los más famosos son el Ha’Penny Bridge y el Millenium Bridge, que une Ormond Quay Lower con Wellington Quay.
Al norte del río Liffey se ubica el General Post Office (GPO), con una fachada llena de agujeros hechos por los disparos en el Levantamiento de la Semana Santa de 1916; el Dublin Writers Museum, el James Joyce Centre y el Hugh Lane Municipal Gallery of Modern Art. La grandeza del Custom House y el Four Courts no le tienen nada que envidiar a las mansiones georgianas del sur, aunque la arquitectura georgiana de Merrion Square, Fitzwilliam Square y St Stephen’s Green es digna de admirar. Otros lugares de interés son el Phoenix Park hacia el oeste, Collin’s Barracks y, a lo largo del Grand Canal (el Shaw Birthplace, el Irish Jewish Museum y el National Print Museum).
TEMPLE BAR
Sin duda alguna, el Temple Bar es una de las visitas obligadas para el turista. Se trata de una zona de calles peatonales repletas de bares, restaurantes y típicos pubs irlandeses que se encuentra entre las calles Dame St. y el río Liffey. Recibe su nombre del aristócrata angloirlandés sir William Temple, que era el propietario de los terrenos en el siglo XVII. Desde hace algún tiempo se ha convertido en un área cultural muy importante para la ciudad. De hecho, puede decirse que existen dos Temple Bar; el de día, en el que se pueden visitar galerías de arte con el Gallery of Photgraphy (centro irlandés de fotografía contemporánea) o el Temple Bar Gallery & Studios; tiendas de ropa, como el Cow’s Lane Market ; o comer en alguno de sus exquisitos restaurantes, como el Montys of Kathmandu, o el Mermaid Café. Y el Temple Bar de noche, en el que es obligatorio visitar el bar que da nombre a la zona, que es el pub más famoso de la zona y el más concurrido. Casi todos los irlandeses pasan por aquí para tomarse su Stout (Guinness) después del trabajo.
Cuando pidas una Guinnes, ten en cuenta, si es tu primera vez, que se sirve en dos tiempos, por este motivo tardarán un poco en servirte tu cerveza. Los fines de semana la juerga es descomunal, y las risas están aseguradas. Ten en cuenta que a las once de la noche dejan de servir, aunque en verano tienes media hora más, así que para alargar la fiesta, la gente suele pedirse varias bebidas cuando llega la hora del cierre. Un truquito muy útil. En pleno centro del Temple Bar se encuentra su plaza (Meeting House Square), donde tienen lugar espectáculos callejeros de todo tipo y un mercadillo los sábados. Desde luego, es una de las zonas con más encanto de Dublín. Seguro que disfrutarás en ella.
GUINNESS STOREHOUSE
La atracción turística mas visitada de Irlanda, eI hogar, el corazón y el alma de la cerveza Guinness.
Para muchos, Dublín es el corazón y el alma de Irlanda, y la Guinness es el elemento central de dicha ciudad, por lo que un viaje a esta vibrante capital quedaría incompleto sin una visita al hogar de la Guinness y que también es el punto de interés más visitado de Irlanda: la Guinness Storehouse.
En la Guinness Storehouse, descubrirás todo lo que hay que saber sobre la cerveza más famosa del mundo. Una espectacular historia que comienza hace 250 años y finaliza, como no podía ser de otro modo, en el bar, en compañía de una pinta del mejor néctar negro a cuenta de la casa.
Esta atracción turística, valorada en 30 millones de libras, da vida a una de las marcas de cerveza de mayor renombre mundial. Situada en el corazón de la fábrica de cerveza de St. James’s Gate, las siete plantas que la componen han sido diseñadas en torno a un atrio central de cristal que imita la forma de una pinta de Guinness. Planta tras planta, los visitantes se embarcan en un sorprendente viaje a través del pasado, el presente y el futuro de la mejor cerveza del mundo, y descubren sus ingredientes, el proceso de fabricación, la duración del mismo, el oficio y la pasión que acompañan a cada pinta.
Desde su inauguración en noviembre de 2000, la Guinness Storehouse ha recibido la visita de más de cuatro millones de personas procedentes de todos los rincones del planeta. Su magnífico diseño y características únicas siguen emocionando e intrigando a los visitantes, y les incitan a volver una y otra vez. Uno de los lugares preferidos de estos últimos es el bar Gravity, situado en la última planta, y es el bar que se encuentra a más altura de Dublín. Mientras te relajas con una pinta en la mano, puedes ponerte cómodo y disfrutar, sin interrupciones de una panorámica de la ciudad de 360 grados, desde el Phoenix Park hasta el río Liffey, llegando al muelle de la bahía y perdiéndose la vista por las colinas de Killiney, y aún más allá de las montañas de Wicklow.
La Guinness Storehouse puede visitarse todos los días de la semana de 9.30 de la mañana hasta las 5 dela tarde, aunque durante los meses de julio y agosto se alarga hasta las 8 de la tarde; su precio es de 14 euros y incluye una pinta. Es recomendable visitarla por la mañana para no encontrarse con una gigantesca cola.
Más información:
http://www.visitdublin.com/