Descubriendo Minas Gerais en Brasil: Ouro Preto
A 95 kilómetros al sureste de Belo Horizonte se encuentra la ciudad de Ouro Preto, declarada en 1980 Patrimonio Histórico Cultural de la Humanidad. En el siglo XVIII fue la ciudad más importante de Brasil y la mayor de la América Latina. Era la época de las minas de oro y de diamantes del país. Prácticamente toda la producción brasileña pasaba por aquí. Una gran riqueza que dejó su marca en los señoriales caserones, en los chafarices y en las iglesias de la ciudad. Ejemplo de la arquitectura barroca de Minas es la Catedral de Nuestra Señora del Pilar, la segunda más rica del país. Se caracteriza por su gran contraste entre el exterior y el interior. Todo lo que reluce en su interior es oro de verdad. Casi 400 quilos del precioso metal repartidos por el altar y su ornamentación. Sorpresa es la sensación que transmite la vista por primera vez de su interior. Obsesivas decoraciones cargadas con refinados detalles forman la estructura interior de la iglesia realizadas con la firme creencia de que así se ganaban el reino de los cielos. Las órdenes religiosas de la ciudad se tomaban muy en serio la idea de agradar a Dios, por lo que competían en la construcción de vistosas iglesias. La mayor parte encargadas al mulato Antonio Manuel Lisboa, conocido como “Aleijadinho”, el mayor nombre del arte brasileño en la época colonial. Una de sus obras más destacadas en Ouro Preto es la Capilla de la Orden Tercera de San Francisco de Asís.
Por toda la ciudad es posible encontrar una parte de la historia de Brasil. Sus atractivos son muchos: casonas muy bien preservadas, calles aún con la pavimentación original, obras del escultor Aleijadinho, innúmeras opciones de deporte de aventura, museos, bares, etc. Aquí también se existe con una intensa vida cultural, resultado de los muchos y muchos universitarios que tienen la suerte de estudiar en esta pequeña ciudad. Las calles de Ouro Preto fueron escenario del movimiento minero contra la dominación colonial portuguesa, que aunque fue duramente reprimido, es aún orgullo de la ciudad. Uno de los símbolos de la lucha fue la popularizaron de una bebida destilada de la caña de azúcar: La Cachaça. Actualmente es un producto de exportación que fue creado en el siglo XVI como bebida de los esclavos. Hoy es uno de los destilados más apreciados y base de la famosa caipiriña brasileña y cómo no, símbolo del buen humor de Minas Gerais. Un buen lugar para cenar y tomar una buena cachaça es el Restaurante Casa do Ouvidor (Rua Direita, 42)
QUÉ VER Parque Vale dos Contos No sólo de casonas coloniales, monumentos barrocos y tradiciones seculares vive Ouro Preto. Sus visitantes se sorprenden ante la belleza y exuberancia del Parque Vale dos Contos, área verde de 300 mil metros cuadrados en el Centro Histórico, entre la Iglesia del Pilar, Casa dos Contos y la terminal de autobuses. Su visita nos muestra la perfecta integración entre la naturaleza y las casonas de los siglos XVII y XVIII. El área verde abierta al público tiene dos kilómetros de senderos perfectamente marcados y 23 decks de madera, con mesas y bancos para descanso, 17 miradores, dos anfiteatros y cinco puentes metálicos.
Museu da Inconfidência Instalado desde 1944 en el edificio de la antigua Casa da Câmara y Cadeia de Vila Rica, ha pasado por una reciente restauración. Guarda los restos mortales de los participantes de la Inconfidência Mineira que fueron condenados a la pena del exilio y murieron en África, como Tomás Antônio Gonzaga y Alvarenga Peixoto. En 1936, el presidente de la República, Getúlio Vargas, repatrió sus restos mortales. Matriz Nossa Senhora do Pilar Inaugurada en 1733, es una de las iglesias más ricamente adornadas de Brasil. Cerca de 400 kg de oro y 400 kg de plata fueron utilizados en la ornamentación, con destaque para la capilla mayor. En la pintura del techo, una ilusión de óptica hace que el cordero de Dios cambie de lugar conforme al ángulo de observación. La sacristía alberga el Museu da Arte Sacra, con cerca de 400 piezas, entre imágenes y objetos religiosos producidas entre los siglos XVII y XIX. Matriz Nossa Senhora da Conceição En ella están enterrados Aleijadinho y su padre, Manoel Francisco Lisboa, responsable de la construcción de la iglesia, entre 1727 y 1746. El templo alberga también el Museu Aleijadinho, que reúne obras del artista muerto en 1814, como muebles, esculturas y piezas de plata y oro. Capela Nossa Senhora do Rosário dos Brancos o del Padre Faria Su sencilla fachada contrasta con su rico interior de altares dorados. La capilla lleva el nombre del padre que rezó la primera misa en la región. Fue construida en el inicio del Siglo XVIII.
Mina Velha Es una de las minas más antiguas de Ouro Preto (1704). Posee kilómetros de túneles, hoy en gran parte restringidos, donde el turista podrá percibir el esfuerzo descomunal para retirar el metal precioso de la montaña. Se pueden ver además los filones de ocre (utilizado en pinturas) y mica. Es común que los habitantes digan que la ciudad es un verdadero queso suizo, en virtud de las innúmeras minas y túneles secretos que cruzan el subsuelo. Mina da Passagem Solamente de esta mina se llegaron a retirar aproximadamente 35 toneladas de oro. Un pequeño trolley (especie de vagón con bancos), usado por los mineros en la época de la explotación del oro, lleva al turista a más de 120 metros de profundidad. Es interesante ver los filones de minerales de las paredes y la demostración en su exterior de cómo era el proceso de lavado y decantación de las pepitas de oro. Una experiencia única. Como actividad de interés y única, se tiene la oportunidad de sumergirse en el lago natural que posee la mina, de 8 metros de ancho y 74 metros de profundidad, con una temperatura media todo el año de 20ºC y una visibilidad única de hasta 50 metros gracias a sus aguas puras y cristalinas.
IMPRESCINDIBLE Salir de noche de bares por el centro histórico, muy buen humor y excelente ambiente, acompañado siempre de un chupito de alguna de las variedades de cachaça existentes y cómo no probar la típica “tapa” de longaniza artesanal flameada con cachaça. Atentos a la fecha de caducidad de las botellas de cachaça indicada: ¡No dura nada! Una broma indicadora del espíritu y ánimo de la gente de Ouro Preto. No perderse tampoco los panecillos de queso en los desayunos, son casi adictivos.
Toda la región es famosa por su gastronomía, así que Ouro Preto no lo es menos. Tutu de feijão con lomo de cerdo y chorizo, frango ao molho pardo, feijão tropeiro, angu (polenta) y couve (col). Todos platos de la típica gastronomía. No es necesario buscar mucho para encontrar un buen lugar para saborear los manjares de la cocina ‘mineira’. Tras un fastuoso menú minero, no podemos olvidarnos de los dulces, también preparados de manera harta. Toca hacerle lugar en la mesa a la leche casera, al dulce de guayaba, dulce de papaya verde, queso blanco ¡y mucho más! Ouro Preto es famosa por sus piedras y riquísima artesanía. Posee varios talleres de escultura y de piezas sacras. Un buen lugar para comprar alguna pieza es la Feira de Artesanato, que funciona diariamente frente a la Iglesia de San Francisco de Asís. Aquí se puede encontrar una gran variedad de piedras talladas en esteatita -de suave y fácil tallado- típicas de la región. Frente a San Francisco de Asís. Se puede regatear.