10 sitios imprescindibles para que

 10 sitios imprescindibles para que
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Las Palmas de Gran Canaria ha sido siempre un imán: pobladores y conquistadores, comerciantes y piratas, viajeros y emigrantes de camino al Nuevo Mundo, naturalistas en busca de tesoros endémicos, aventureros, escritores… y nómadas digitales. Todos llegan a Las Palmas buscando mucho más que sol y playa porque aquí también encuentran cultura, historia y mucha vida.

 

La Vegueta: historia, tradición, plazas y balcones

 Aquí rezó Colón”

Ya lo habían intentado, sin éxito, los portugueses. Pero finalmente serían los castellanos. Fue un día de San Juan de 1478 cuando el capitán Juan Rejón iniciaba la conquista de Tamarán, la actual Gran Canaria, entrando por la desembocadura del barranco de Guiniguada. En este punto, en el que hoy se alza el barrio colonial de la Vegueta, se fundaba el Real de Las Palmas. La resistencia de los aborígenes fue furibunda, a pesar de luchar sin medios; les costaría 5 años a los conquistadores ocupar la isla. Todo terminó con la caída del Guanartemato de Gáldar y la captura de su cabecilla, a quien llevarían a Castilla para ser bautizado. Canarias sería, para los castellanos, un ensayo general de la futura conquista de América.

Precisamente fue aquí en Las Palmas que recaló Cristóbal Colón en 1492 para reparar el timón de la Pinta y cambiar las velas a La Niña de camino hacia el descubrimiento que cambiaría la historia – y volvería a hacerlo en dos viajes posteriores. La Casa de Colón, que integra, entre otras, la residencia del gobernador de Castilla en aquellos tiempos, es una visita imprescindible que nos ayuda a conocer la historia de las relaciones de la ciudad con América. El espacio se articula en torno a cuatro patios, de épocas y estéticas diversas, armonizados con el estilo Neocanario de mediados del s. XX.

Las salas presentan exposiciones de diversa índole, desde pintura flamenca y mapas antiguos hasta mobiliario, piezas históricas del barroco americano o una fantástica colección de figuras y arte precolombino en el sótano. No te olvides de saludar a la pareja de parlanchines guacamayos que son los amos y señores de la Casa y que interactúan con el visitante – con mejor o peor carácter según tengan el día. Fue Colón el primer en traer una de estas aves de uno de sus viajes.

El acceso a la Casa de Colón está situado en la plaza de San Antonio Abad, con una pequeña capilla en la que dicen que el marinero entró a rezar. www.casadecolon.com

Una de las fachadas de La Casa de Colón se asoma a la plaza del Pilar Nuevo, uno de los rincones más encantadores de La Vegueta, donde los domingos por la mañana encontraréis el mercado de artesanía y cultura, que ofrece productos típicos y artesanía de Canarias, en la parte posterior de la Catedral de Santa Ana. Aquí podréis comprar, por ejemplo, suspiros de Moya o pan bizcochado. Todo amenizado con actuaciones de folclore local. Es una bonita ocasión para ver los variados y coloridos trajes regionales de Gran Canaria diseñados por Néstor Martín Fernández de La Torre.

En 1497 vivían 1500 persones en Las Palmas. Y la ciudad ya contaba con 1 pequeño hospital, 2 conventos, la casa del gobernador… Tocaba alzar una catedral, directamente por encargo de los Reyes Católicos. La construcción de la Catedral de Santa Ana se prolongaría 4 siglos (y de hecho nunca llegó a terminarse del todo), motivo por el cual aglutina estilos arquitectónicos distintos. La fachada neoclásica, que sustituye a la original de arenisca, es de piedra azul de San Lorenzo, igual que los arcos interiores, que se contraponen a las paredes blancas creando un bello contraste. Los muros, en cambio, son de piedra amarilla volcánica – más ligera- extraída de la barra de Las Canteras (en Las Palmas se extraían cuatro tipos de piedra, siendo la azul o negra la más cotizada – y por ello la elegida para la fachada).

El ala sur de la catedral acoge el Museo Diocesano de Arte Sacro, con una colección de esculturas españolas. Se puede subir en ascensor a una de las dos torres por 1.50€ y contemplar una vista espectacular del casco antiguo y la ciudad.

Guardan la majestuosa plaza de Santa Ana, la primera plaza mayor planificada de España, ocho perros de bronce ubicados frente a la fachada de la catedral. El perro de presa canario es uno de los símbolos naturales de la isla. Al otro extremo de la plaza hallamos las Casas Consistoriales. El edificio neoclásico del XIX, con el típico patio interior canario, se restauró exhaustivamente unos años atrás. Se ofrecen visitas guiadas los domingos de 10 a 13 que nos permiten disfrutar de la vista de la plaza y la catedral des de la azotea.

Pero el barrio de la Vegueta, declarado Conjunto Histórico-Artístico Nacional desde 1973, esconde otras plazuelas entre sus calles, donde las fachadas de las casas canarias se embellecen con los tradicionales balcones de madera labrada.

La plaza del Espíritu Santo, con su ermita del s. XVII, se articula en torno a una de las pocas fuentes de piedra cubiertas de la arquitectura hispánica, dibujada por Ponce de León, rodeada por un pequeño jardín en el cual veremos un drago y una araucaria, como símbolos representando la unión entre Canarias y América. 

En la plaza de Santo Domingo nos encontramos con el hogar de la Orden del Cachorro Canario, una asociación fundada en los años 90 con la misión de rescatar, vivir, transmitir y defender todo aquello relacionado con la cultura, la historia y la identidad Canaria. Está ubicada en una casa típica de La Vegueta con patio interior que se puede visitar entre semana por la mañana. Sus miembros os recibirán con los brazos abiertos y dispuestos a responder cualquier pregunta sobre la asociación y la cultura de las islas. En su pequeño restaurante se pueden degustar algunos platos tradicionales.

Si queremos conocer a fondo la base de esta identidad única debemos dirigirnos al Museo Canario. Aquí es donde mejor nos responderán a la pregunta: ¿Quién vivía en las islas antes de que llegaran los conquistadores? Según las teorías más aceptadas, los primeros pobladores de Canarias fueron los bereberes llegados del norte de África hacia el s.V, que fueron evolucionando independientemente en cada isla. Trajeron con ellos algunos animales, como la cabra, la oveja y el perro e introdujeron el trigo y la cebada – cosa que contribuyó a la extinción de algunas especies autóctonas.

Los canarios, que fueron los habitantes de Gran Canaria, trabajaban la piedra y la obsidiana, se dedicaban a la pesca, la agricultura y la ganadería, y elaboraban tejidos vegetales y de piel. También sabemos que observaban las estrellas y llevaban a cabo cálculos astronómicos.

El museo expone herramientas y utensilios de todo tipo, como vasijas o ídolos religiosos antropomorfos y zoomorfos –creían que la gordura era sinónimo de fertilidad y por ello, antes de casarse, las mujeres eran cebadas. La sala más impactante del museo es la de las momias, que van acompañadas por centenares de cráneos que se han podido recuperar. A mediados del s. XIX la burguesía local comenzó a interesarse por las “antigüedades canarias” y surgió un tráfico de vestigios que se recogían sin criterio científico. Sería el Dr. Gregorio Chil, junto a un grupo de intelectuales influidos por la corriente antropológica francesa, quien fundaría el Museo Canario en 1879 para preservar la herencia aborigen. Precisamente fue Chil quien descubrió el Ídolo de Tara, una de las piezas expuestas en el museo.

Es imposible imaginar el choque cultural que debieron sufrir estos pueblos que, repentinamente, pasaron del neolítico al Renacimiento de la noche a la mañana.

Triana: literatura, teatros y fachadas modernistas

Al otro lado del barranco de la Guiniguada, en dirección al Puerto de la Luz, se halla el barrio de Triana, declarado Conjunto Histórico en 1993. Triana nació como barrio marinero, poblado por comerciante de ascendencia andaluza – de aquí su nombre, homenaje al barrio sevillano.

Con al inauguración del Puerto de la Luz en 1883 el barrio se queda sin puerto y la burguesía empieza a comprar propiedades, que se renovarán con fachadas modernistas – algunos de los mejores ejemplos se pueden ver en la calle de Triana. Y junto a la burguesía aparecen teatros, parques, paseos… La desamortización desmantela los tres conventos de la zona que se convertirán en plazas, calles y edificaciones.

Uno de los edificios más emblemáticos y hermosos de la zona y de la ciudad de Las Palmas es el Gabinete Literario, con una elegante fachada decorada con enormes ventanales y coronada per dos torres y un interior con elementos modernistas. En la misma plaza se ubica el Hotel Madrid – cuyo principal reclamo es la habitación en la que Franco se alojó en 1936, que se conserva intacta.

La Casa-Museo Pérez Galdós es una visita muy interesante y recomendable –hasta para aquellos que no estén familiarizados con la obra del autor de Fortunata y Jacinta o Los episodios nacionales. La casa donde nació el escritor en 1843, y en la que pasó su juventud,  es un ejemplo único de arquitectura Canaria  tradicional en la zona de Triana que todavía conserva la estructura –con dos patios alargados – y materiales originales. Además nos permite descubrir otras facetas artísticas del autor, gracias a muebles y elementos de hierro forjado que él mismo diseñó y que tras su muerte se recuperaron de sus casas de Madrid y Santander para el museo, junto con ejemplares de sus libros y otros elementos como el retrato que le hizo Sorolla. Completan la colección carteles originales de sus estrenos teatrales y manuscritos, entre otros.

En el mismo barrio encontramos el Teatro Pérez Galdós, inaugurado en 1890 con el nombre de Tirso de Molina pero rebautizado en honor del escritor local con motivo del estreno de su obra Electra en 1901. Un incendio destruyó la estructura de madera en 1918 y fue reconstruido diez años más tarde. El 2004 experimentó una renovación, con el añadido de un ala totalmente contemporánea.

No es de extrañas, pues, que este hijo predilecto de Las Palmas sea también el protagonista de las visitas guiadas teatralizadas del barrio de Triana, galardonadas con la medalla a la excelencia turística por el ministerio.

En la frontera entre los dos barrios más antiguos de la ciudad se halla la plaza Hurtado de Mendoza, popularmente conocida como la Plazuela de las Ranas por las dos figuras que escupen agua en ambos extremos de la fuente central. En esta sombreada plaza nos llaman la atención tres pequeños quioscos y las baldosas a cuadros. No obstante, el quiosco modernista por excelencia de la ciudad es el del Parque de San Telmo.

Calderas volcánicas, laurisilva, dragos y lagartos

Gran Canaria es una isla volcánica y un punto caliente de biodiversidad, formada de la misma manera que Hawaii, con más de 1000 endemismos únicos. Y si algo nos permite Las Palmas es disfrutar de la naturaleza a un paso de la ciudad– o sin salir de ella en lo que a las playas se refiere.

A unos 600 metros por encima del núcleo urbano se alza la caldera del Bandama, un volcán formado hace 9 millones de años y que yace dormido desde hace 5000. Debe su nombre al comerciante flamenco del Daniel Van Damme, que en el s. XVI compró los terrenos para plantar viñedos. Un sendero rodea el cráter, de 216m de profundidad, a cuyo interior se puede descender a pie.

Aquí al borde del cráter se encuentra el Real Club de Golf Las Palmas.

Y en su falta, tocando al barranco de la Guiniguada, Sventenius ubicó lo que hoy es el Jardín Canario, el mayor Jardín Botánico de España, bautizado en honor del erudito y naturalista local del s. XVIII José Viera y Clavijo.

El jardín cubre 27HA y acoge especies endémicas de las islas en su hábitat natural como el emblemático Drago (Dracaena Drako). La sabia de esta planta (aunque parezca mentira no es un árbol) exclusiva de la Macaronesia y originaria de Gran Canaria y Tenerife, se vuelve roja al contacto con el aire por oxidación, por lo cual recibe el nombre de sangre del Drago. Los aborígenes la usaban para elaborar pociones y ungüentos. Hoy sigue teniendo sus usos, como barnizar violines. Quien quiera calcular la edad de un Drago sólo tiene que contar las ramificaciones y multiplicarlas por 15 – en las islas todavía podemos encontrar algún ejemplar que vio llegar a los castellanos.

También encontramos una zona de laurisilva, la vegetación de bosque húmedo subtropical que en el terciario –hace 20 millones de años – cubría todo el Mediterráneo pero ahora sólo sobrevive en la Macaronesia (zona que incluye Las Azores, Cabo Verde y Madeira, además de las Canarias). La componen especies de la familia del laurel. A su sombra descansa el sueco Sventenius, fundador del jardín, que murió atropellado en la puerta el 1973. Y en la plaza de las palmeras descubriremos las especies propias de la isla – si nos fijamos mientras paseamos por la ciudad, observaremos dos tipos de palmeras: la caribeña (washigtonia) y la autóctona (Phoenix canariense). La palmera Canaria vestía y alimentaba a los aborígenes. Con su sabia, el guarapo, se elabora la dulce miel de palma.

Otras áreas del jardín incluyen especies de la Macaronesia y del mundo entero… Curiosamente, el famoso aloe vera, cuyos productos se venden en todas las tiendas, es originario de México pero en Las Canarias adquiere unas propiedades más acentuadas debido al suelo y a los vientos alisios que traen la lluvia. En la zona central del jardín podemos acercarnos a la Fuente de los sabios, un homenaje a aquellos naturalistas que contribuyeron a estudiar la flora Canaria (Born-Müller, Pitard, Bolle, Broussonet, Webb y Berthelot y Masferrer).

La flor de mayo (pericallis webbii) es una florecilla endémica y exclusiva de Gran Canaria, que adquiere un tono rosado y que crece entre la laurisilva y en otros puntos del jardín.

Si aguzamos nuestros sentidos quizás entre las plantas podremos ver a algún Lagarto Gigante de Gran Canaria (Gallotia Stelhini), endémico de las islas y que puede llegar a los 80cm de largo. Si no, seguro que encontraremos alguno bajo el puente de piedra que cruza el barranco. En los estanques repartidos por el jardín también podemos escuchar y buscar ranas y sapos.

En la parte superior del Jardín se encuentra el restaurante, que ofrece cocina tradicional Canaria de buena calidad con unas vistas excepcionales. Muy recomendable. Aquí, en la parte, con suerte, podréis observar algún cernícalo detenerse en pleno vuelo para lanzarse sobre su presa.

La entrada al Jardín Canario es gratuita. Y sólo cierra por Navidad y Año Nuevo. www.jardincanario.org/atencion-al-publico

Las Canteras y el Confital, dos playas con una gran personalidad

Con 3,5km de longitud (entre La Puntilla y el Auditorio Alfredo Kraus) la playa de Las Canteras es el Central Park de Las Palmas de Gran Canaria, un espacio de ocio para los ciudadanos al aire libre, para quedar al salir del trabajo o los días festivos y nadar, pasear, hacer deporte o practicar el surf y otras actividades acuáticas– eso sí, siempre que sean sostenibles pues están totalmente prohibidos el uso de motores y las pesca. Las Canteras es el hogar de 150 especies marinas, cosa totalmente insólita para una playa urbana.

Pero además, esta playa tiene una historia muy curiosa, que empieza con su geología, fruto de la actividad volcánica que durante el Cuaternario forma La Isleta y lo que se conoce como La Barra, una lengua de arenisca, depósitos calcáreos y conglomerados de más de 100.000 años de antigüedad y de dos kilómetros de longitud a unos 200m de la orilla, que protege la playa. Cuando llegan los castellanos para conquistar isla, la barra era mucho más alta, cosa que dará nombre a La Bahía del Arrecife. Pero la construcción de la ciudad exigía material y así es como el arrecife se convirtió en una cantera, de la que salió la piedra de la Catedral de Santa Ana, entre otras. También se extraían las pilas, unos bloques para filtrar el agua que se exportaban a América y al mundo entero. Por suerte, la extracción se paró. Hoy se calcula que de la Barra de las Canteras se llegaron a extraer 15.000m3 de piedra. Aún rebajada, la barra continúa protegiendo una parte de la playa del oleaje del Atlántico, sobre todo cuando baja la marea y queda al descubierto. Podemos llegar a ella nadando o en kayak. La empresa Salitre Sport ofrece actividades con kayak transparente, que nos permite ver el fondo marino y descubrir algunas de las 150 especies como las verongias, unas esponjas de color amarillo.  Podéis consultar el horario de las mareas aquí www.tablademareas.com/es/islas-canarias/las-palmas-de-gran-canaria

En uno de los extremos de la playa, La Puntilla, se rodaron en los años 50 escenas de la película Moby Dick, dirigida por John Huston y protagonizada por Gregory Peck.

Las Canteras es el alma de la ciudad. ¡Y pensar que estuvo a punto de desaparecer! Un absurdo plan urbanístico de los años 40 preveía llenarla de arena hasta la barra para levantar viviendas sociales. Por suerte nunca se llevó a cabo.

Al otro extremo de la playa, donde curiosamente la arena es negra, está la zona surfera de la Cicer. Aquí no hi llega la barra y entran las olas, con un beach break  ideal tanto para principiantes como para veteranos. En Las Palmas existen 40 empresas dedicadas al surf.

Pero es la ola derecha y larga de la playa del Confital, en La Isleta, la que está considerada como una de las mejores de Europa por veteranos del surf. Con una zona de baño de 2km de longitud, tocando a la ciudad y accesible a pie, el Confital debe su nombre a los pequeños trocitos de roca formados por algas llamados confite por su similitud con este dulce.

Y todavía nos queda una tercera playa, la de las Alcaravaneras. Situada dentro del Puerto de la Luz a lo largo del paseo marítimo, se extiende 500m y es una playa muy familiar por la tranquilidad de sus aguas. Des de aquí se pueden ver las plataformas de reparación de barcos, la principal actividad económica del puerto (que también es un importante puerto de cruceros).

La Isleta, Santa Catalina y los barrios en las colinas

La Isleta es el antiguo barrio de pescadores con una identidad muy fuerte y vida propia. Aquí nació el carnaval, a escondidas, durante el Franquismo. Queda unida a la ciudad por el estrecho istmo de Guanarteme, que en el su punto más estrecho apenas llega a los 200m de ancho. El istmo se urbanizó en el s. XIX con el crecimiento del Puerto de la Luz, hasta crear Santa Catalina, que fusiona la Isleta con el resto de la ciudad rompiendo así su aislamiento tradicional.

Aquí en la Isleta encontramos el Castillo de la Luz, una fortificación defensiva de planta cuadrada construida en 1494 con la incorporación de Gran Canaria a la Corona de Castilla. Fue la primera fortaleza castellana del Atlántico y el modelo que copiarían luego en América. Originalmente estaba sobre un arrecife rocoso en mitad del mar pero el crecimiento de la ciudad lo ha dejado en tierra firme, a 150m del agua. La fortaleza fue evolucionando con el tiempo según las necesidades defensivas. Primero fue una torre de estilo medieval con muros, pero con la invención de la artillería este tipo de construcción queda obsoleta y son necesarias algunas reformas. Se pueden observar los añadidos para elevar el muro original y otros elementos.

Su principal función era defender la ciudad de los ataques piratas. En plena campaña americana Las Palmas era un puerto crucial para los barcos. El primero que ataca es Sir Francis Drake el 1595, que desembarca pero fracasa en el intento de conquistar la fortaleza y se ve obligado a huir hacia América, un error fatal que será el principio de su fin.

Sí que consigue tomar el fuerte y la ciudad el holandés Pieter Van der Does en 1599. Pero choca con la resistencia local y es incapaz de culminar la conquista de la isla entera. Derrotado, se retira tras sufrir 1400 bajas. Antes de irse, pero, quemará la ciudad.

El Castillo de la Luz va fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1941 y finalmente convertido en museo el 2015.

Otra fase de expansión de la ciudad se llevó a cabo en las colinas, donde crecieron los barrios de autoconstrucción con las casas de colores, como San Nicolás. Parece ser una tradición de origen portugués aprovechar la pintura sobrante de las barcas para pintar la fachada de la casa.

Una original y divertida forma de recorrer los barrios de Las Palmas es en Segway. La empresa local Segway LPA ofrece diversas rutas guiadas.

Naturalistas, comerciantes, viajeros y nómadas digitales

La ciudad de Las Palmas no se explica sin los británicos, portugueses, escandinavos y todos los que a ella llegaron – hasta coreanos- y todavía llegan de todo el mundo, unas comunidades que se integraron aportando nuevas ideas y progresos a la ciudad, contribuyendo así a su carácter abierto y cosmopolita. Los grandes barcos de camino al Nuevo Mundo se paraban aquí y fueron muchos los emigrantes que ya no continuaron su viaje más allá.

Los portugueses habían sido los primeros en recibir permiso del Papa para establecerse en la isla pero no pudieron vencer a los canarios. A pesar de ello, fueron los portugueses los que iniciaron el cultivo de la caña de azúcar – que haría ricas a algunas familias- y trajeron el plátano (ambos de la Conchinchina). ¡Y el mojo! Además contribuyeron con numerosas palabras al vocabulario (como “fonil”, embudo, o “margullar”, bucear) y con numerosos apellidos a la población (como Abreu, Cabreira, Castro, Silva, Dias).

En el s. XIX la biodiversidad única de las islas atrajo a numerosos naturalistas europeos. El mismo Darwin pasó por aquí con el Beagle – aunque un brote de cólera en Inglaterra le impidió bajar del barco por cuestiones de seguridad sanitaria. Sí que pudo desembarcar un amigo suyo, Phillip Barker Webb, de regreso de Brasil, que se acabaría quedando 2 años para recolectar especímenes y elaborar, junto a Sabino Bertheloten y otros especialistas como Justin Pierre Marie Macquart, Alfred Moquin-Tandon y Carl Heinrich Bipontinus Schultz, la Historia Natural de las Canarias. Una obra que se tardó 20 años en escribir. El nombre científico de la flor de mayo (Pericallis Webbii ) le rinde homenaje.

Y fue un botánico sueco, Eric Ragnor Svensson, más conocido como Sventenius, que concibió la idea de crear un jardín botánico para recopilar toda la riqueza de las islas.

Posiblemente la colonia europea que más huella ha dejado son los ingleses. Canarias ya formaba parte del imaginario británico des del s. XVI. A las referencias al sack canary wine en obras de Shakespeare, los ataques de Drake o los tratados científicos cabe añadir los relatos de viajeros, muchos de ellos mujeres, como Olivia Stone, describiendo la vida en las islas –descripciones que hoy no tienen precio por documentar un estilo de vida ya desaparecido.

La construcción del Puerto de La Luz el 1882 por parte de la empresa Swanston y Cia, marcó el inicio de una estrecha relación entre la colonia británica y Las Palmas a finales del s.XIX y principios del XX. Además, los médicos británicos que visitaron las islas las pusieron de moda como destino de salud, descubriendo así su potencial turístico. Fue precisamente la salud, concretamente los baños de mar, la que trajo a Àgatha Christie a instalarse con su hija en el hotel Metropol – en el barrio de Ciudad Jardín- en 1927. También se sabe que la escritora era surfera, una afición que había aprendido en Australia y, aunque no existen pruebas documentales, es mñas que probable que practicase este deporte en Las Canteras o El Confital.

Ciudad Jardín es el barrio inglés, donde, entre otros, ha quedado la huello de los arquitectos racionalistas de los años 30 inspirados en las vanguardias europeas, que convirtió el barrio en una plataforma de la modernidad.

El Real Club de Golf de Las Palmas, fundado el 1891, es otro legado británico, hoy ubicado junto al cráter del Bandama.

También llegaron hasta aquí los japoneses. El primer restaurante japonés de España se abrió en Las Palmas hace 50 años cuando el Puerto de la Luz era la base de la flota pesquera nipona del Atlántico Norte.

Hoy, Las Palmas es el primer destino mundial para Nómadas Digitales. Un artículo del NY Times de 2015 (www.nytimes.com/2015/01/20/business/co-working-on-vacation-a-desk-in-paradise.html) explica las claves. El nómada digital es un joven, menor de 35 años, sin cargas familiares, emprendedor, relacionado con las nuevas tecnologías y la informática. Suele ser surfer y busca oportunidades de co-working (y aquí en Las Palmas el co-working ha experimentado una eclosión espectacular los últimos años). El nómada digital viene a pasar largas temporadas de invierno buscando el clima y lleva una vida normal, sin lujos. Su influencia se nota, sobre todo, en la aparición de platos asiáticos en los menús de algunos locales. Esta economía colaborativa ha dado un empujón a pequeñas empresas de guías turísticos, jóvenes emprendedores y muy bien  preparados – los guías de snorkel son biólogos marinos- e innovadores -han introducido el segway, el kayak transparente, el paddle surf…

Vinos, quesos y papas con mojo picón

La gastronomía Canaria también está influida por las condiciones geográficas de la isla. Se cultivan 22 variedades de uva en las islas. Aquí no llegó la filoxera y todavía quedan variedades que desaparecieron en Europa. Ya hemos comentado antes que Shakespeare cita el Canary Sack Wine en algunas de sus obras. Aquí en Gran Canaria se elaboraban dos tipos de vino: la malvasía, que era el de mayor calidad, y el vidueño, una mezcla que imitaba los vinos de Madeira y que gracias al vaivén de los barcos mejoraba en calidad, cosa que lo convertía en ideal para la exportación a América. Oficialmente, el vino con el que se brindó la fundación de Estados Unidos era un Maderia, pero en realidad es muy probable que fuera un vino canario. Con el bloqueo británico a los productos españoles los portugueses no daban abasto ni tenían producción suficiente para cubrir toda la demanda, así que compraban el vidueño en Canarias y lo hacían pasar por Madeira.

El mojo es la salsa emblemática de las islas, de la que hay tres variantes: verde (con cilantro), rojo (con pimiento) y amarillo (con pimiento amarillo). Típicamente acompaña las papas arrugás, patatas de la variedad bonita o negras hervidas con piel, mucha sal y secadas con un paño. El otro plato emblemático y que se remonta a los primeros pobladores es el Gofio, preparado con cereal tostado a la piedra y mezclado con caldo de pescado. Se come acompañado de cebolla roja.

Una cosa que yo no sabía era que en Canarias elaboran unos quesos buenísimos (de hecho, en las afueras de Las Palmas mismo hay una granja de vacas). No los conocemos porque no los exportan, se los comen todos ellos. También los preparan ahumados o rebozados fritos.

Y siendo islas no podía faltar el pescado, a dados con mojo o ahumado.

El Pan Bizcochado es un panecillo tostados con granos de anís que se trocea antes de comerlo. Es muy crujiente y es ideal para acompañar quesos.

Los suspiros de Moya son pequeños merengues. Es uno de los ingredientes con que se elabora el polvito uriguayo, unos postres típicos de inspiración americana que también llevan galleta triturada, nata y dulce de leche.

Nos faltó tiempo para ver todo aquello que Las Palmas de Gran Canaria puede ofrecer. Incluso cogiendo un e-tuk, un vehículo 100% respetuoso con el medio ambiente que adapta su recorrido en función de sus pasajeros y que nos paseó por los miradores de la ciudad durante una tarde mientras el conductor nos oba contando cosas sobre la ciudad.

Y si aún os faltan razones para no correr a buscar un vuelo a Las Palmas, aquí tenéis otra, sobre todo para aquellos que huís de los calores bochornosos de ciertas ciudades de la Península en verano, y es que aquí os encontraréis con la primavera eterna, propiciada por los vientos alisios que soplan sobre la ciudad. Entre 18 y 26 grados todo el año, el mejor clima del mundo. ¡Certificado!

INFORMACIÓN PRÁCTICA

CÓMO LLEGAR

Volar es la opción más lógica y práctica para llegar a Las Palmas. Des del aeropuerto salen autobuses hacia la ciudad (unos 3€).

 

DÓNDE DORMIR

Nosotros nos alojamos en el Hotel Fataga, un 4* frente al Mercado Central (a unos 15m andando de Las Canteras o Santa Catalina). www.hotelfataga.com

 

DÓNDE COMER

El Triciclo, Calle de la Pelota 9, La Vegueta

Restaurante del Jardín Canario, platos tradicionales de gran calidad con vistas al Jardín.  www.restaurantejardincanario.com

La Orden del Cachorro Canario ofrece tapas de cocina canaria. Plaza de Santo Domingo. www.ordendelcachorro.org/

Basal Grill & Beach, Paseo de Las Canteras nº 41. En la playa de Las Canteras. Buena variedad de platos. www.allenderestauracion.com/basal-grill-y-beach

Taberna Abocados, C/Galileo 9. En una de las callejuelas de la zona de Las Canteras.

La Barbería, Calle Mendizábal, 14, ofrece espectáculo de las drags Diávolo y Kioba viernes y sábados noche acompañado por cena. Muy popular entre despedidas de soltera y grupos.

 

VISITAS

La Casa de Colón, Calle Colón 1, Vegueta.  L-S de 10 a 18. D y festivos de 10 a 15, 4€. www.casadecolon.com

Museo Canario, Doctor Verneau, 2, Vegueta, L-V de 10 a 20. Fines de semana y festivos de 10 a 14, 5€. www.elmuseocanario.com

Casa Museo Pérez-Galdós, C/ Cano 2, M-D y festivos de 10-18, 3€.  www.casamuseoperezgaldos.com

El Jardín Canario, Ctra del Centro Km7. Abierto de 9 a 19.30 de abril a setiembre y de 9 a 18 de octubre a marzo. Entrada gratuita. Llegan varios autobuses. También se puede llegar paseando on en bici siguiendo el barranco de la Guiniguada.  www.jardincanario.org

Oficina de Turismo. La Casa del Turismo está en el Parque de Santa Catalina y es un edificio de 1944 de estil neocanario. http://lpavisit.com/es

 

ACTIVIDADES

Segway. https://segwaylpa.com/

E-tuk. www.greentripcanarias.com

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