Malta brilla con luz propia – Miradas Viajeras de Negocios TV en Movistar+
En el corazón del Mediterráneo, Malta brilla con luz propia. Con más siete mil años de historia, las islas maltesas rebosan cultura y patrimonio.
El rico y variado pasado de Malta ha dejado un valioso mosaico cultural en la isla, que, como consecuencia, cuenta con varios emplazamientos que son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
CUNA DE CIVILIZACIONES MEGALÍTICAS
Desde sus orígenes en la edad de piedra hasta nuestros días Malta, ha sido colonizada y disputada por todos sus vecinos de ambas riberas de la mediterránea, siendo codiciada no por sus riquezas, sino por su situación estratégica.
Hoy, es codiciada por los turistas que llegan cada año interesados por su legado histórico y su permanente clima templado.
El paso de diversas civilizaciones y culturas que han dejado su huella indeleble: desde fenicios, griegos, cartagineses, romanos, vándalos, bizantinos, árabes, normandos, españoles, franceses e ingleses.
CRUCE DE CIVILIZACIONES
Esta amalgama de razas, pueblos y civilizaciones han convertido a la capital de Malta en un conjunto multicultural sin parangón, por ello hay visitar La Valletta, su capital, tranquilamente, despacio y sin prisas, pues hay mucho para ver y asimilar.
Descubrir la historia de Malta, nos brindará la oportunidad de admirar los espléndidos monumentos que el archipiélago maltés atesora.
SEDE DE LOS CABALLEROS DE LA ORDEN DE SAN JUAN DE JERUSALÉN
Carlos V concedió las islas de Malta a los Caballeros de la Orden San Juan, siendo los doscientos cincuenta años que gobernaron el archipiélago maltés, son los más gloriosos en la historia, desarrollándose cultural y artísticamente; la isla se colmó de hermosos palacios, iglesias, fortificaciones y obras de arte.
MALTA BRITÁNICA
El archipiélago pasó a formar parte del Imperio Británico en 1814, y durante la segunda guerra mundial fue duramente castigada por los bombardeos alemanes.
Poco a poco Malta volvió a experimentar un nuevo periodo de esplendor gracias sobre todo a su posición estratégica en el corazón del Mediterráneo, muy bien aprovechada por los británicos.
En 1974, Malta se constituyó como república, pero hasta el año 1979, los británicos no abandonaron definitivamente el archipiélago.
En el año 2004, la República de Malta pasó formar parte definitivamente de la Unión Europea.