Hurtigruten propone nuevas rutas por la costa ártica de Spistsbergen
Durante junio, julio y agosto, Hurtigruten nos propone una serie de recorridos cortos en varias salidas para conocer la costa noroeste de Spitsbergen. A lo largo de seis días y cinco noches, los cruceristas podrán la mayor isla del archipiélago de Svalbard, desde el lejano sur hasta el paralelo 80º, y descubriendo una de las costas más espectaculares del Hemisferio Norte.Estos nuevos itinerarios se realizarán a bordo del MS Nordstjernen, el barco que la compañía ofrece para este tipo de recorridos en 2015.
La población de Spitsbergen, la isla más grande del archipiélago de Svalbard, es considerada la comunidad más aislada del planeta a caballo entre Noruega y el Polo Norte. La costa oeste de la isla ofrece al viajero uno de los paisajes polares más espectaculares que se pueden encontrar en el ártico y un recorrido inolvidable por algunos de los asentamientos humanos más importantes del archipiélago. Todo ello bajo la luz mágica del Sol de Medianoche y la fascinante posibilidad de ver ballenas, focas, morsas y osos polares.
En el primer programa, de jueves a martes, el viaje tiene como punto de partida Longyearbyen, la capital del archipiélago de Svalbard. Rodeada por un fantástico paisaje ártico y con una historia ligada a la minería de carbón, durante el segundo día, el viajero podrá descubrir esta pequeña ciudad moderna de apenas 1.500 habitantes, a través de un tour guiado, que incluye la visita al museo de Svalbard. Los pasajeros obtendrán mucha información de la zona y el viaje a bordo del MS Nordstjernen antes de embarcar rumbo norte por una de las costas árticas más salvajes. Barentsburg y su historia minera será la siguiente parada del viaje, que continuará rumbo norte a lo largo de la costa de Prins Karls Forland.
En el tercer día, el barco alcanzará el Magdalenefjorden, el conocido fiordo del Noroeste de Spitsbergen. Aquí, los pasajeros tendrán la oportunidad de desembarcar en botes más pequeños y conocer la antigua estación ballenera de Gravneset fundada a principios del siglo XVI por marineros británicos. Durante el cuarto día, si la climatología y las condiciones del hielo lo permiten, Hurtigruten navegará a lo largo del Woodfjord y el Liefdefjord, dónde se podrá admirar la belleza del impresionante glaciar de Mónaco. Los pasajeros desembarcarán en zodiacs, para cruzar, si el estado del hielo lo permite, el paralelo 80 y experimentar “la sensación de estar en ninguna parte”. En este punto, es posible que disfruten del avistamiento de ballenas.
Después de alcanzar la isla de Moffen, el barco llegará, el quinto día, a la bahía de Kings, el fiordo más largo de la costa noroeste de Spitsbergen. Comienza un escenario de grandes llanuras de tundra, picos alpinos e imponentes glaciares en el océano: Krossfjorden se abre a los ojos como un paisaje de cuento helado. A la entrada de la costa norte, la montaña Mitra saluda imponente, mientras que en el final del recorrido espera el majestuoso glaciar Kongsbreen antes de emprender la navegación hacia Ny-Alesund, uno de los grandes asentamientos históricos del archipiélago y la comunidad permanente más al norte del mundo. Los pasajeros podrán dar una vuelta por la localidad hasta la salida del barco, que volverá a Longyearbyen y se pondrá fin a este primer itinerario “blanco”.
Los que opten por el segundo programa, de lunes a sábado, disfrutarán prácticamente de las mismas experiencias durante los seis días de navegación: Longyearbyen, Barentsburg, los bellos fiordos de Woodfjord y el Liefdefjord, el impresionante glaciar de Mónaco, y la experiencia única de cruzar el paralelo 80. Aunque no se incluye la visita al Magdalenefjorden, el barco recorrerá la isla de Moffen al norte del archipiélago, para alcanzar al cuarto día el Krossfjord y disfrutar en tierra firme del paisaje ártico y sus grandes colonias de aves. La población minera NY-Alesund espera al viajero en la siguiente parada para finalizar el quinto y último día de navegación gozando de la Naturaleza plena en el Isfjorden. El grupo explorará una de las cadenas montañosas más prominentes en la parte exterior: Alkhornet, dónde, durante la temporada de verano anidan miles de Araos de Brunnich, una especie de ave de pico ancho. En el interior del fiordo, el viajero se dejará llevar por un paisaje variado marcado por grandes valles y milenarios glaciares. De vuelta a Longyearbyen, como “final de verano”, solo queda cerrar los ojos y vivir de nuevo el sueño del paisaje blanco.
Para más información visita: www.hurtigrutenspain.com