Tozeur, la capital del desierto
Al sur de Túnez, en la frontera con Argelia, se halla un espléndido oasis en medio del desierto. Se trata de Tozeur, la capital de la región de Jerid. Con sus famosos dátiles, su original arquitectura y sus escenarios de película, esta ciudad es todo un despliegue de riqueza cultural.
Tozeur es fácilmente accesible desde la capital de Túnez por tierra o por aire, ya que cuenta con un aeropuerto internacional, trenes y autobuses. Originariamente, era una ciudad clave en el paso de caravanas a través del desierto y un activo centro de comercio. En la actualidad, es una de las puertas principales del norte de África desde la que aventurarse al desierto del Sáhara, ya que su historia y su localización la convierten en el enclave perfecto. Partiendo desde Tozeur se puede explorar el desierto en camello o atravesar sus dunas en quad. Asimismo, para contemplar el mejor atardecer sobre la arena, nada mejor que el parque de las Rocas Belvedere, el punto más alto de la ciudad. Un sitio único, que ofrece unas vistas inigualables del oasis y sus alrededores.
Dentro de la ciudad, en la parte antigua, se encuentra la ‘ciudad vieja’, la medina. Aún conserva sus edificios prácticamente intactos, por lo que se puede apreciar a la perfección las elaboradas fachadas color ocre típicas de la arquitectura de la zona, el Jerid. Sus ladrillos en relieve presentan distintas formas geométricas y su disposición, con unos que entran y otros que sobresalen, conforman un complicado dibujo que imita los diseños de las alfombras y tejidos locales.
La medina está conformada en su mayoría por el barrio de Ouled Hadef. Perderse por él significa sumergirse en sus estrechas callejuelas, descubrir sus plazoletas y pasear bajo sus acogedoras bóvedas. La avenida principal, Habib Bourguiba, acoge el tradicional zoco en donde se pueden encontrar rosas del desierto, túnicas, cerámicas o dátiles (su especialidad es la variedad deglat en nur). Sin embargo, los habitantes de la zona suelen frecuentar el mercado central, muy cerca de allí, para hacerse con los productos más cotidianos y los alimentos frescos.
En este mismo barrio se encuentran varias mezquitas como, por ejemplo, la mezquita el-Ferdous cuyo almenar es visible desde todos los puntos de la ciudad. A su alrededor se sitúan la mezquita Sidi Abib Lakhadar y la de Sidi Ben Galeb, además de numerosas zawiyas (escuelas religiosas islámicas). Asimismo, la zona de Ouled Hadef acoge dos museos. El primero de ellos es el Museo de Artes y Tradiciones Populares, que refleja los retazos de la vida social y doméstica del lugar como trajes de novia, el antiguo estanque del oasis, lámparas de aceite, cerámicas. El segundo, es el museo de Dar Chraiet, que permite explorar las costumbres más tradicionales.
Los alrededores de Tozeur ofrecen paisajes impresionantes dignos de película. Tanto es así que varios directores han elegido este lugar como escenario de sus filmes como, por ejemplo, Star Wars,Indiana Jones o El Paciente Inglés.
Otro de los principales atractivos fuera de la ciudad son sus oasis con ríos o lagos en los que se permite el baño y zonas chill out como el de Chebika o Mides. El lago salino de Chott el Djerid es uno de los lugares de obligada visita por su belleza. En este lugar se crean las rosas del desierto, una variedad de yeso que normalmente se asocia a antiguos mares o lagos salados y que se venden como objetos decorativos.
Por otro lado, el Jardín du Paradis, con cientos de variedades de flores, cactus, hibiscos y granados típicos de los oasis también es uno de los destinos dignos de visitar en este increíble lugar que es Tozeur.
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