Panamá, santuario de ballenas jorobadas y sus crías
De junio a noviembre, viajeros de todo el mundo llegan hasta las cálidas aguas del Pacífico para avistar a este cetáceo y a tortugas marinas.
Uno de los más emocionantes y vistosos espectáculos de la naturaleza se aprecia cada año de junio a noviembre en Panamá, cuando navegan por el mar Pacífico numerosas familias de ballenas jorobadas, en su extenso recorrido de los polos Norte y Sur. Por esa razón las costas y los archipiélagos de Panamá se convierten en un destino turístico de gran atractivo para miles de visitantes que presencian este extraordinario y sublime espectáculo de la naturaleza.
Conocidas científicamente con el nombre de Megaptera Novaeangliae, las ballenas jorobadas procedentes de los polos surcan las aguas del Pacífico hasta el litoral panameño para el apareamiento o para alumbrar a sus crías. La ballena jorobada se encuentra en todos los océanos del mundo. En el caso de las que están presentes en aguas polares, al sur del Cabo de Hornos, migran cada año hacia las aguas cálidas de Colombia, Panamá y Costa Rica, siendo la migración más larga de cualquier mamífero.
En Panamá existen puntos determinados desde donde se avistan estos cetáceos, como así como el Archipiélago de Las Perlas, llamado así desde la época colonial por la existencia de estas joyas en sus turquesas aguas. También se pueden ver las ballenas jorobadas y sus crías en el Golfo de Chiriquí, el Golfo de Montijo, San Miguel, Isla Iguana, Bahía de Panamá y en parte de la región del Chocó, en la provincia de Darién, limítrofe con Colombia.
Las aguas del pacífico panameño constituyen un espacio perfecto para la cría de estos mamíferos marinos, ya que al ser cálidas, seguras y lejanas de cazadores furtivos favorecen la reproducción, la salud y el bienestar de sus retoños. Para estos mamíferos acuáticos es de suma importancia el ritual de alumbramiento, ya que si las ballenas no nacen con grasa en su cuerpo no resistirían las frías temperaturas de los Polos Norte y Sur.
Archipiélago de las Perlas, paraíso turístico y hogar de ballenas jorobadas
Otro de los paradisíacos lugares del océano Pacífico que sirve de morada temporal de las ballenas jorobadas es la isla Contadora, localizada a 40 kilómetros de la ciudad de Panamá. Este mítico lugar del Archipiélago de Las Perlas ofrece excursiones para la visualización de las Yubartas (ballenas jorobadas). Esta expedición dura tres horas y cuenta con el acompañamiento de especialistas en materia de avistamiento de ballenas y otros cetáceos.
Cada año se incrementa la cifra de turistas que llegan a Panamá para el avistamiento de ballenas jorobadas, posicionando al país como un destino de este tipo de turismo. Por ello, operadores turísticos programan expediciones, respetuosas con el entorno y fauna marina, lo que constituye toda una gran experiencia.
Parque Nacional Coiba, riqueza marina en todas sus dimensiones
Isla Coiba acoge un parque marino y centro de investigación en el mismo lugar en el que desde 1919 funcionó un centro penitenciario, que fue desmantelado en 1990. Ubicada en el sur de la provincia de Veraguas en el centro del país, es considerada uno de los parques nacionales marinos más grandes del mundo con una extensión de 2.701 km2.
Las aguas de este espacio marino albergan tres tipos de especies de cetáceos además de la ballena jorobada: orcas, el delfín moteado tropical y el delfín mular. A su vez, en aguas cercanas se puede observar la presencia de 19 especies adicionales de cetáceos y otros animales marinos, como el tiburón ballena, el tiburón tigre, la mantaraya o el atún de aleta amarilla.
Año tras año gran cantidad de cetáceos migran hasta este paraje natural para su apareamiento, momento en el que turistas de todo el mundo se acercan para presenciar este espectáculo y disfrutar de actividades de aventura ecológica como canopy, buceo y snorkeling.
Península de Azuero: paraíso de ballenas y tortugas marinas
Isla Iguana, en la provincia de Los Santos, constituye otro de los destinos donde centenares de ballenas arriban para su ritual de alumbramiento. Se trata de un espacio de costa muy segura para estos animales marinos por lo que es frecuente observar estos mamíferos marinos en la superficie del mar, realizando peculiares saltos o juegos de aletas.
Son muchas las personas que se aproximan a esta parte del país en esta época, con el fin de avistar mamíferos marinos y disfrutar a la vez de playas de arena blanca y aguas cristalinas. De igual forma, se puede apreciar el desove de las tortugas marinas que emigran desde el Polo Norte y el Polo Sur.
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