Mactaris, el legado arqueologíco de Túnez

 Mactaris, el legado arqueologíco de Túnez

Arco de Trajano Mactaris

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El recinto arqueológico de Makhtar, es un remanente de la antigua Mactaris.

Hubicado en el centro-oeste de Túnez. Es uno de los más extensos del país, aunque no se hayan profundizado las excavaciones arqueológicas, la situación se puede comparar con el de Bulla Regia.  En un pequeño museo a la entrada del recinto, alberga algunas reliquias de especial valor.

La ciudad fue habitada desde el siglo VIII a.D, convirtiéndose en una importante ciudad Númida fruto de una alianza especial con Cartago durante el reinado del rey Massinissa (202 – 148 a.C) de la cual obtuvo grandes beneficios gracias también al crecimiento de Cartago antes de la caída de la ciudad en el 146 a.C, finalmente Massinissa capturó la ciudad en 149 a.C

Mactaris es sometida a una romanización tardía pero efectiva, promovida a colonia con el nombre de Colonia Aelia Aurelia Mactaris entre 176 y 180, la ciudad se beneficia de la Pax Romana al final del siglo primero. Fue hasta la segunda mitad del siglo II, durante el reinado del emperador Marco Aurelio que la prosperidad alcanzó su punto más álgido, lo que resulta evidente por los muchos monumentos construidos en la ciudad, tanto políticos como religiosos, cubriendo una extensión de más de diez hectáreas.

En el transcurso del siglo III, se convirtió en la sede de un obispado cristiano y sufrió la escisión Donatista el siglo V; la ciudad tiene en ese momento dos catedrales. EL declive de la ciudad comenzó con las invasiones vándalas en el año 439 d.C. Bajo el reinado de Justiniano, fuertes se construyen en los edificios existentes, incluyendo los de la «gran spa». El declive es definitivo en el siglo XI con la entrada de las tribus Hilaliens .

Cabe destacar la recuperación a través de excavaciones la Schola Juvenes, un edificio de época Severiana particularmente bien conservado el cual se ha interpretado como el lugar de reunión de la universidad de Juvenes (jóvenes). El edificio financiado por Julius Pison muestra la ubicación de un santuario de época Flavia dedicado a Marte, posteriormente restaurado bajo el reinado de Diocleciano.

El foro cruzado por el decumanus y el cardo (que simboliza el corazón de la ciudad romana). En él se encuentra una zona pavimentada, en excelente estado de conservación y que ocupa 1,500 m 2. El foro disponía de un porche y estaba cerrado por un arco que sigue siendo una de las joyas del lugar.

 

El arco de triunfo construido en honor del emperador Trajano en el 116, se conserva y quedaba integrado en las fortificaciones de la época bizantina. Al igual que en otras grandes ciudades romanas, también encontramos los restos de las termas, construidas a finales del siglo II y principios del siglo III, conocidas por los «Grandes Termas del Sur«, que se encuentran entre las más grandes del África romana y cuyos muros bastante bien conservados disponen de una altura superior a dos metros conservando in situ unos hermosos mosaicos.

Durante la visita descubriremos pequeños detalles como la boca del horno de leña que alimentaba el Caldarium o las sorprendentes dimensiones de las salas de las thermas, con sus columnas y arcos abovedados.

El Capitolio se encuentra relativamente bien conservado, aunque recientes excavaciones han revelado una dedicación que combina el culto imperial con la tríada Júpiter – Juno – Minerva. Este lugar también albergaba un templo a Baco y un templo de Apolo.

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