La Costa Brava, dispone de 36 banderas azules y cientos de propuestas náuticas
220 kilómetros de costa, temperaturas suaves, excelentes vientos e infraestructuras de calidad garantizan la práctica de deportes náuticos en Costa Brava
El mar se entiende en las comarcas de Girona como fuente de vida, salud, cultura e inspiración culinaria y festiva. Pero, además, este tramo del litoral catalán ofrece a los aficionados de los deportes náuticos una amplia oferta con tres estaciones náuticas a su disposición en un paisaje marítimo típicamente mediterráneo, lo que unido a los 17 puertos náuticos y a las 36 Banderas Azules que suman sus playas y puertos este año 2014, hacen de la Costa Brava uno de los destinos turísticos sostenibles más atractivos del Mediterráneo.
El nombre de Costa Brava no es fruto de un capricho. Son dos palabras que describen un territorio lleno de contrastes: acantilados espectaculares, grutas escondidas, playas enormes y pequeñas calas, vientos poderosos y dóciles brisas que empujan todo tipo de embarcaciones mar adentro. Una gran variedad de opciones al alcance del viajero que puede conocer la singularidad de este territorio desde el mar a través de rutas en kayak, salidas en catamarán o velero y también inmersiones submarinas que permiten percibir este espacio heterogéneo y único desde otro punto de vista.
Dependiendo de la zona y de las condiciones climatológicas y geográficas del litoral, el visitante podrá practicar unos u otros deportes acuáticos. Si, por ejemplo, se encuentra en la bahía de Roses, donde soplan fuertes ráfagas de tramontana (viento del norte), la mejor opción será la práctica del windsurf en sus distintas vertientes, wave expression o freestyle, así como la modalidad de surf con cometa o kitesurf. Sin olvidar otras modalidades relacionadas con la navegación a vela como la vela clásica o el catamarán.
A finales de Mayo, de hecho, en la bahía de Roses se celebra el Gran Premio Cataluña Costa Brava de Windsurf, prueba integrada en el Circuito Mundial de la PWA (Professional Windsurfing Association), y cuenta año tras año con la participación de los más importantes y reconocidos windsurfistas del mundo que muestran su habilidad y pericia sorteando las olas de esta zona del Mediterráneo.
Por otro lado, si el visitante se halla en las zonas más abruptas e inaccesibles de la Costa Brava como el Parque Natural del Cap de Creus, L’Estartit, la Reserva Marina de las Illes Medes o Punta Espinuda, es imprescindible que salga a remar en kayak o que se sumerja en las profundidades y penetre en pedregosas grutas donde descubrirá los más fastuosos e insospechados rincones de este territorio.
El submarinismo es una actividad que atrae a cada vez más aficionados, interesados en descubrir y explorar el fondo marino. Como respuesta a esta creciente demanda, han proliferado los centros de inmersión –junto con la creación de la Asociación de Centros Turísticos Subacuáticos Costa Brava Sub, con cerca de 30 miembros- que se dedican a guiar a los submarinistas hasta las profundidades del Mediterráneo.
La gran diversidad de actividades lúdicas y náuticas en la Costa Brava se traduce en una amplia oferta de excursiones para todos los públicos que pueden hacerse en barcos convencionales o con el fondo de cristal. Estos últimos ofrecen al pasajero un nítido espectáculo visual del fondo marino.
Resulta fácil embarcarse desde los puertos del litoral gerundense en pequeños cruceros que recorren la línea de la costa y que permiten que bañistas y deportistas puedan llegar a aquellas playas de piedras o arena fina que sólo son accesibles por mar. Desde Palamós, L’Estartit, Roses o Lloret de Mar salen diariamente barcos que hacen parada en calas y playas aisladas ofreciendo al visitante otra imagen distinta de la Costa Brava.