Escapada con esencia medieval en la provincia de Salamanca

 Escapada con esencia medieval en la provincia de Salamanca

Escapada con esencia medieval en la provincia de Salamanca. Autor Fundación Ciudad Rodrigo Palacio De Los Aguila

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Ciudad Rodrigo y San Felices de los Gallegos, dos destinos para completar un viaje histórico desde Real Fuerte de la Concepción

 

Los amantes de los paseos por enclaves medievales, donde la esencia de lo histórico pervive en sus calzadas, tienen en Salamanca un buen puñado de microdestinos que no pueden pasar por alto. Es el caso de Ciudad Rodrigo, uno de los principales conjuntos histórico-artísticos del oeste castellano, y San Felices de los Gallegos, un pueblecito repleto de tesoros arquitectónicos enclavado en Arribes del Duero. Ambos componen un triángulo ideal para los aficionados a las escapadas culturales junto con el Real Fuerte de la Concepción, imponente fortaleza del siglo XVIII rehabilitada como hotel.

La provincia de Salamanca guarda en sus dominios una serie de pequeños destinos que no se pueden pasar por alto durante una escapada o un viaje. Algunos de ellos, como Ciudad Rodrigo, San Felices de los Gallegos o el Real Fuerte de la Concepción, hoy convertido en hotel, se encuentran ligados a un escenario histórico de contiendas como es la frontera con Portugal. Estos tres puntos del mapa salmantino tejen una escapada ideal para cualquier fin de semana del año, combinables, además, con otras numerosas posibilidades del territorio.

 

Ciudad Rodrigo es conocida como ‘la estrella de la frontera’. Se trata de una de las 13 localidades de Salamanca declaradas como Conjunto Histórico, y en cuanto el viajero cruza alguna de sus puertas entiende por qué: una ciudad fortificada cuyas murallas aún muestran elementos romanos, medievales y rasgos típicos del sistema abaluartado del siglo XVIII. Entre su amplio patrimonio, que los visitantes descubren paso a paso por sus recónditas calles y plazas, destacan conventos y edificios de carácter religioso, palacios señoriales y muestras de arquitectura civil como acueductos, puentes u hospitales.

En su centro destaca la Catedral de Santa María, principal atractivo arquitectónico de este Conjunto Histórico, cuyo Pórtico del Perdón resulta uno de los más importantes de España. Merece la pena pasear sobre su muralla, alcanzar el antiguo Alcázar de Enrique II, adentrarse en su trazado para descubrir los impresionantes palacios –entre los que cabe subrayar el del Conde de Alba de Yeltes, el de los Águila o el de los Ávila y Tiedra-, que se suman a diferentes capillas de gran belleza, casas de familias nobles de hermosa factura y ejemplos de arquitectura asistencial, como la Casa de los Niños de la Doctrina o el Hospital de la Pasión. En total, 46 paradas de interés en un pequeño plano que respira aires añejos y pintorescos y en el que cada adoquín emana historias y leyendas.

A unos 30 minutos hacia el norte se alza San Felices de los Gallegos, otro Conjunto Histórico que, en este caso, se enclava en una de las comarcas turísticas más interesantes de Salamanca y, en definitiva, de Castilla y León: el Parque Natural de Arribes del Duero. Rodeado por una inusitada riqueza paisajística, este pueblo emana poderosos recursos históricos, arqueológicos, monumentales y culturales. La huella del feudo medieval se percibe en cada esquina de su pequeño trazado, ya que apenas alcanza los 500 habitantes.

 

Pero su historia se remonta a hace miles de años, tal y como atestigua el verraco de piedra que luce una de sus entradas, típico de la época de los vetones (aproximadamente, siglo V a.C.). Este monumento abre una lista de visitas encabezada por el Castillo, la Cerca Vieja y la fortificación del siglo XVIII, un conjunto del que destaca la Torre del Homenaje –hoy en día alberga el Aula Histórica de San Felices de los Gallegos- o la Torre de Las Campanas. Imposible olvidar en el recorrido los diferentes entradas a la población, como el Arco del Puerto, del siglo XVI, así como casas blasonadas, puentes medievales, el Museo del Aceite y el Museo del Cantero, el hospital del siglo XVI y ejemplos de arquitectura religiosa, destacando la portada románica de la iglesia Nuestra Señora entre Dos Álamos.

El tercer vértice de este triángulo histórico es el Real Fuerte de la Concepción, ubicado en Aldea del Obispo, localidad fronteriza enclavada a unos 30 minutos de ambos Conjuntos Históricos. Sobre un leve promontorio, Felipe IV ordenó levantar esta impresionante fortaleza para que el ejército del Duque de Osuna librara las batallas con Portugal. Un escenario bélico que décadas después adquiriría Lord Wellington, haciéndose con una victoria que provocó el inicio de la retirada francesa de la Península.

Su forma de estrella de ocho puntas, sus murallas, sus puentes levadizos, su Patio de Armas, sus galerías y casernas, las ruinas de su capilla, su puerta de estilo churrigueresco, la colección de armas históricas que se expone en su pasillo principal, sus antiguas mazmorras… Son elementos que han valido a este edificio la declaración de Bien de Interés Cultural en categoría de Monumento, y que gozan de una nueva vida. Hoy, Real Fuerte de la Concepción es un hotel que ofrece a los visitantes 26 suites cargadas de encanto e innovación, donde la oferta gastronómica ha sido premiada y que ofrece a sus huéspedes un plan tan original como alojarse en un monumento visitable, cuyo recorrido está envuelto de los ecos que un día dejaron centenares de caballeros, soldados e infantes.

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