Descubre la Ruta de los Descubrimientos en el Algarve
Leyendas, ANIMACIÓN, gastronomía y playas vírgenes en la ruta de los descubrimientos: PLANAZO PARA EL PUENTE DE MAYO
El Festival de los Descubrimientos de Lagos (del 26 de abril al 5 de mayo) pone en valor una época que no sólo marcó el curso de Portugal, también del mundo. Un mundo que, tras la aventura que se fraguó en esas tierras, se hizo más grande.
Hoy te invitamos a descubrir la Ruta de los Descubrimientos, una sugerente propuesta para el Puente de Mayo, que incluye animación, historia, leyendas, gastronomía y por supuesto playas vírgenes en el Algarve más agreste, famosas por sus deseadas puestas de sol. ¿Te vienes?
Del 26 de abril al 5 de mayo, Lagos celebra su VII Festival de los Descubrimientos, una cita ya veterana en el calendario algarvío que pone en valor la importancia de la ciudad en la aventura de los Descubrimientos. Con su recreación del siglo XV y su sugerente propuesta de animación (desfiles, mercados, ferias, espectáculos callejeros, gastronomía típica de la época), es un evento muy popular y buscado. Este año, por su coincidencia con “el puente de mayo”, añade nuevas dosis de atractivo a la siempre apetecible propuesta de Algarve para una escapada; a continuación desvelamos los grandes misterios de Lagos, ¿podrás resistirte?
El “quid” del Festival
En esta edición, el Festival de los Descubrimientos recuerda el capítulo del paso del rey de Portugal D. Sebastian por Lagos, entre 1573 y 1578: la entrada del rey, su acogida por el pueblo, la elevación de Lagos a categoría de ciudad y la marcha de la armada y la batalla de Alcacer quibir, son algunos de los episodios que recordará el festival a lo largo de sus diez días de duración, en el que se sucederán los desfiles y los espectáculos. Especialmente sugerente resulta la Ruta Gastronómica “quinientista”, en colaboración con los restaurantes de la ciudad, que quiere sumergir a los visitantes en los olores y sabores de los ingredientes exóticos traídos por los portugueses de sus viajes, hoy perfectamente arraigados en el recetario tradicional.
El Festival es una manifestación más del peso que la Era de los Descubrimientos tuvo y tiene en el sur de Portugal. Hacer la Ruta de los Descubrimientos es una aventura de viaje por Algarve tan emocionante como sugerente, pues no sólo bucea en uno de los capítulos claves de la historia de Portugal, sino que además lleva a recorrer algunos de los pueblos, ciudades y enclaves más insignes de esta región y escenarios naturales de insólita belleza.
La Ruta de los Descubrimientos: de Lagos a Sagres
La Ruta de los Descubrimientos por Algarve tiene dos paradas por excelencia: Lagos, especialmente flamante durante su Festival; y Sagres. Ambas ciudades jugaron papeles clave en la “aventura” y de ambas partieron las carabelas que llevaron a descubrir nuevos mundos. La atmósfera que se respira en ellas huele a leyenda, a aventura, a pasión por el mar, al valor de aquellos que hicieron posible una epopeya que marcó de por vida la región y muchas de sus tradiciones.
Y es que aquellos marinos trajeron productos extraordinarios que inspiraron costumbres que todavía hoy perduran en Algarve y que son parte de su personalidad: hablamos de las famosas especias, pero también de los trabajos en lino y en yute, la cerámica o la cestería, auténticos tesoros que todavía se realizan de forma artesanal.
Lagos es la base de operaciones de la exploración portuguesa de la costa de África en el siglo XV. Fue aquí donde el Infante D. Henrique el Navegante construyó las carabelas de los Descubrimientos y el puerto de partida de varias de las expediciones. Desde aquí zarpó Gil Eanes, marino discípulo de Don Henrique el Navegante, al viaje que le llevó a doblar en el año 1434 el famoso Cabo Bojador (África). Toda una heroicidad, por la “leyenda negra” que este promontorio suscitaba en la Europa del Renacimiento, al relacionarlo con el fin del mundo.
La historia de la aventura de los Descubrimientos está escrita en cada esquina, cada calle, cada edificio ilustre de Lagos, con nombres alusivos o espacios históricos que fueron testigo de aquellos días. Como el Castillo de los Gobernadores, la Fortaleza Pau da Bandeira, ejemplo de las fortificaciones marítimas que caracterizaban la fisonomía de la antigua Lagos, o el Mercado de los Esclavos, primer mercado de esclavos de toda Europa.
Continuando nuestra Ruta de los Descubrimientos alcanzamos Sagres: tradicional pueblo de pescadores, destaca por la belleza perfectamente preservada de un litoral dibujado por acantilados y por un emocionante pasado teñido de leyenda, indisolublemente ligado a la figura de D. Henrique. Patrimonio mundial, Sagres concentra un gran valor histórico cultural.
La Punta de Sagres es un espectacular promontorio de piedra formado por acantilados de 50 metros de altura que se asoman al mar en una espeluznante vista de la costa. He aquí el sobrecogedor lugar que cuenta la historia eligió el Don Henrique para levantar su famosa escuela. También cuenta la historia que la villa del Infante y la fortaleza que la protegía habrían sido destruidas y saqueadas por el pirata inglés Sir Francis Drake, en 1587, tras su ataque a Cádiz. En el interior de lo que fuera la fortaleza puede verse aún hoy la rosa de los vientos grabada en el suelo, con sus 43 metros de ancho, y una muralla corta-vientos con falsas almenas, que permiten vigilar el gigantesco dedo de piedra que en la Punta de Sagres apunta hacia el mar y que son prueba fehaciente de aquel esplendoroso pasado.
A poca distancia, el mítico Cabo de San Vicente es el lugar donde en la Antigüedad se situó el “fin del mundo”, donde acababa la tierra y empezaban las tempestades. Un escenario mágico, por la espectacularidad de sus vistas frente al mar infinito, por el abrupto recorte de sus acantilados y por sus famosas puestas de sol.
Lugar de paso obligatorio de los barcos en dirección al Mediterráneo, el Cabo de San Vicente ha sido escenario de importantes batallas navales. En 1693, el almirante francés Tourville derrotó a una escuadra anglo-holandesa y una flota española sufrió igual suerte en 1780, frente al almirante inglés Rodney.
A la riqueza histórica de toda esta zona hay que sumar su indiscutible belleza. Lo llaman el Algarve agreste, el salvaje, el de los abruptos acantilados y playas vírgenes, en las que disfrutar de un oleaje bravo y aguas espumosas, y que durante todo el año atraen a amantes del surf y el bodyboard de todo el mundo; el Algarve de las playas tranquilas, poco frecuentadas por los turistas, y de inolvidables puestas de sol. Una explosión de belleza accidentada y protegida, dentro del Parque Natural del Suroeste Alentejano y Costa Vicentina.
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