Descubre el Alentejo a través de la ruta de los castillos
La ruta de los castillos es un buen pretexto para conocer algunos bellísimos cascos históricos de Alentejo, que nacieron precisamente a su abrigo
Las villas medievales de Alentejo y sus castillos son la atmósfera ideal para recordar el pasado. Se podría recorrer todo Alentejo de castillo en castillo disfrutando de su arquitectura militar y sus bellos paisajes. Te proponemos cuatro rutas de norte a sur donde los castillos, los fuertes, las atalayas y las villas fortificadas son protagonistas.
En el norte alentejano la ruta abarca Ameira do Tejo, Nisa, Belver, Castelo de Vide, Marvão, Portalegre, Alegrete, Alter do Chão, Cabeço de Vide, Avis, Arronches, Ouguela, Campo Maior y Elvas. Castelo de Vide posee un patrimonio arquitectónico de gran riqueza y su castillo preside la población. Desde sus almenas se pueden contemplar espectaculares vistas de toda la comarca. La idílica villa de Marvão es un deslumbrante pueblo en el alto de un escarpado rocoso con vistas de 360º que se extienden por Portugal y España. Un cronista del New York Times lo señaló como uno de los ‘Mil lugares para ver antes de morir’. Su castillo, situado a 843 m de altitud, es uno de los puntos más elevados en la Sierra de São Mamede y constituye un punto de defensa natural. La localidad de Portalegre se sitúa en pleno corazón del Parque de la misma Sierra. Su castillo fue de gran importancia durante las invasiones francesas y a principios del s.XX fue calificado como Monumento Nacional. Por su parte, Alter do Chao, pequeña población de origen romano en el corazón del Alto Alentejo, posee un castillo -también Monumento Nacional- de planta impresionante, fortificado con almenas y torreones cúbicos. Y Elvas cuenta un imponente castillo en muy buen estado de conservación, construcción declarada Monumento Nacional de Portugal.
En el Alentejo Central nos encontramos con Montemor-o-Novo, Arraiolos, Évora, Evoramonte, Estremoz, Veiros, Borba, Vila Viçosa, Juromenha, Alandroal, Redondo, Terena, Monsaraz, Mourão, Portel y Viana do Alentejo. Evoramonte posee un curioso castillo con planta de estilo renacentista italiano debido a que la primera fortificación medieval fue destruida por un terremoto. La zona alta de Estremoz está rodeada por la muralla medieval y sus laberínticas callejuelas conducen al castillo cuya torre, de 28 m. de altura, es una de las más bonitas de Portugal. Monsaraz es uno de los pueblos con más encanto de Alentejo, blanco y amurallado, que atesora un castillo y siete iglesias. Son preciosas las vistas desde la Torre de las Brujas. Además de su castillo, Terena cuenta con uno de los monumentos militares más curiosos del país, su ermita-fortaleza.
En el Bajo Alentejo destacan Beja, Alvito, Moura, Serpa y Mértola. Beja es un centro histórico fascinante, ubicado sobre la cima más alta de los llanos que rodean la región de Alentejo. Su estructura histórica más importante es su castillo medieval cuya imponente torre de vigilancia, de mármol, es la más alta de Portugal. Tras subir los 200 escalones por la escalera de caracol, desde el torreón se contempla, si el día está despejado, una vista panorámica que alcanza, según dicen, hasta Évora y Setúbal. El castillo de Moura se encuentra en la zona más alta de la ciudad, entre dos ríos, y está edificado sobre un castro prerromano. De allí emanan 3 grandes fuentes y manantiales de agua con reconocidas calidades minerales y medicinales que hicieron posible la existencia de las termas de Moura desde 1899. En la villa de Serpa el trazado de sus calles le conceden un carácter muy singular y pasear por ellas se convierte en una preciosa experiencia. Su castillo posee grandiosas murallas.
En el Alentejo Litoral se encuentran Alcácer do Sal, Santiago do Cácem, Sines, Pessegueiro y Vila Nova de Milfontes. Destaca Sines, un pequeño pueblo de pescadores cuya historia está marcada por el acantilado sobre el que reposa el castillo y la fortaleza, actualmente dos de los puntos más bonitos de todo Portugal.
Más información: www.visitalentejo.pt/es
