Conoce Malta a través de sus museos
Tras 7.000 años de historia, el legado histórico, artístico y cultural de Malta es uno de los más ricos de Europa. Por este motivo, son numerosos los turistas que deciden viajar a este país para empaparse de la extensa cultura e historia del lugar a la vez que disfrutan de los paisajes y las magníficas experiencias que esta fantástica isla ofrece.
Museos cuyos objetos ilustran la auténtica historia del archipiélago, que se conservan casi a la perfección. Como, por ejemplo, el Museo Nacional de Arqueología, que exhibe una colección única de objetos y esculturas que datan del 5.200 hasta el 2.500 a.C., o el Museo de Arqueología de Gozo, fiel testimonio de la historia de esta isla desde la Prehistoria hasta la Edad Moderna. Además, se pueden visitar monumentos megalíticos, restos de villas romanas, dólmenes de la Edad de Bronce y templos considerados los edificios independientes más antiguos conocidos, que son un retrato verídico de épocas pasadas en Malta. Uno de los monumentos más importantes es el Hipogeo, un laberinto subterráneo utilizado como templo y lugar de enterramiento y nombrado, en 1980, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
No obstante, no se puede concebir Malta sin incidir en Los Caballeros de San Juan, una Orden que tuvo un enorme impacto e influencia en la evolución histórica y cultural de Malta. Tanto es así, que son numerosos los museos que muestran su paso por el archipiélago maltés, como la Concatedral de San Juan (santuario para los Caballeros), la Prisión Antigua (usada por estos “para calmar allí” a sus miembros más alborotadores), la Armería de Palacio (que contiene colecciones de armas de esta Orden) o el Museo Marítimo de Malta (donde aparece recreado el escenario marino de la Orden de San Juan).
Debido a su ubicación, Malta padeció los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Duros momentos que se pueden revivir, así como descubrir aquellos elementos que formaron parte en dicha contienda, gracias en la enorme colección presentada en el Museo Nacional de la Guerra, así como en el Museo de Malta en Guerra, un refugio subterráneo y que hace hincapié en la dimensión humana del conflicto.
Dejando la historia a un lado, también es posible conocer la cultura maltesa desde los últimos 400 años en museos como la Casa Rocca Piccola, que muestra las costumbres y las tradiciones de la nobleza maltesa y que también cuenta con un refugio usado para guarecerse durante la Segunda Guerra Mundial. Asimismo, el Museo del Folklore y el Museo del Folklore de Għarb, presentan una exposición que muestra las tradiciones y modos de vida de los habitantes así como de los típicos molineros.
Una isla que enamora, que ofrece inmejorables y divertidas experiencias en un clima envidiable durante la mayor parte del año. Una isla única, que ha conseguido mantener prácticamente intacta su importantísima y enorme tradición histórica y, a la vez, fusionarla con la modernidad; y cuyo legado consigue trasladar al turista a remotas épocas pasadas y formar parte de esa rica y extraordinaria historia.