Caminos de Sefarad, la Red de juderías y el legado sefardí en España
Dar a conocer el legado sefardí en España, con un patrimonio arquitectónico, histórico, medioambiental y cultural único, herencia de las Comunidades judías, es el objetivo principal de la Red de Juderías de España, Caminos de Sefarad.
Esta asociación está constituida por municipios que cuentan, en sus conjuntos medievales, con un patrimonio arquitectónico, histórico, medioambiental y cultural, herencia de las Comunidades judías que los habitaron. Los miembros de la Red actúan de forma conjunta en defensa del patrimonio histórico y legado judío promoviendo proyectos culturales, turísticos y académicos y realizando una política de intercambio de experiencias nacionales e internacionales que contribuyan al conocimiento y respeto mutuo de pueblos, culturas y tradiciones. Ávila, Barcelona, Cáceres, Calahorra, Córdoba, Estella-Lizarra, Hervás, Jaén, León, Lucena, Monforte de Lemos, Palma de Mallorca, Plasencia, Ribadavia, Segovia, Tarazona, Toledo y Tudela vienen recuperando desde hace 20 años sus juderías, invirtiendo tiempo y recursos en la rehabilitación de casas, calles, palacios y cuantos edificios se puedan salvar del olvido y recuperar el conocimiento de las vidas de las familias judías de toda procedencia y condición. Historia oculta, desvelada después de quinientos años y ahora recuperada. La Asociación actúa sin ánimo de lucro y con plena independencia en la defensa de este legado. La Red de Juderías de España, en su proyección internacional, es miembro fundador del Itinerario Europeo del Patrimonio Judío, y realiza una intensa labor de difusión en el extranjero.
«Nuestro patrimonio: donde el pasado se encuentra con el futuro»
Koldo Leoz, presidente de la asociación, destaca la importancia del patrimonio, de los sentimientos vinculados al pueblo sefardí con quien existe una deuda histórica para mantener sus tradiciones, y subraya la relevancia de la herencia judía como manera de conocer y descubrir las ciudades desde una nueva y cautivadora perspectiva.
En el Año Europeo del Patrimonio Cultural, cuyo lema es «Nuestro patrimonio: donde el pasado se encuentra con el futuro», la Red de Juderías propone emprender un viaje diferente por España para experimentar nuevas sensaciones y sumergirse en la herencia del pueblo judío, con el que se compartió un largo período de historia.
El legado sefardí aguarda a los viajeros que quieran profundizar en una ruta que discurre por toda la geografía española. En el noroeste, Ribadavia, Monforte de Lemos, León y Oviedo son cuatro ciudades repletas de atractivos que constituyen un viaje hacia el pasado donde las costumbres de la época, los monumentos, las fachadas, y los sabores permanecen intactos en el presente.
En Navarra y La Rioja, las juderías de Calahorra, Estella-Lizarra, Tudela y Tarazona combinan lugares imprescindibles, como la casa de los conversos Casanate (Tarazona), con degustaciones de recetas que han constituido el origen de muchos platos de la cocina española, como el cocido, procedente del guisado sefardí cocinado bajo las reglas del Kashrut.
En Barcelona gran parte de la memoria sefardí está recogida en el museo MUHBA El Call, ubicado en un edificio de origen medieval que se cree fue propiedad de un comerciante judío de la Edad Media, y donde se exponen diferentes piezas de cerámica, vidrio, y orfebrería.
La monumentalidad de las juderías de Extremadura comenzando por las calles del barrio de San Antón en Cáceres, para continuar con la visita al Palacio Carvajal Girón en Plasencia, y acabar perdiéndose en el barrio medieval de Hervás, son una parada obligatoria principalmente en primavera, cuando la naturaleza con su estallido de color se convierte en un marco inigualable para disfrutar de una experiencia inigualable.
En Andalucía la presencia judía se remonta al siglo VII en Jaén, donde destaca la capilla de San Andrés. En el siglo XI, Córdoba se convirtió en el lugar más importante para los judíos en la península ibérica, hasta que las tropas de Fernando III el Santo conquistaron la ciudad, y su judería conserva su trazado típico, mientras que en Lucena a su rico patrimonio árabe y cristiano se suma el judío, con la necrópolis, la más grande de Europa, como icono más importante.
En la zona central de la península el yacimiento de la Sinagoga de Sofer, la Sinagoga de Santa María la Blanca, la Sinagoga del Tránsito, y el Museo Casa del Greco, en Toledo, son una parada imprescindible para admirar la belleza de la arquitectura sefardí. En Segovia, su judería respetuosamente restaurada proporciona al viajero un recorrido excepcional, con la iglesia del convento de Corpus Christi, que fue la Sinagoga Mayor de la ciudad, el palacio de Abraham Senneor, donde está el Centro Didáctico de la Judería, y el cementerio judío, excavado en El Pinarillo, y desde el que se tienen las mejores vistas del perfil de la capital segoviana. En Ávila la mejor manera de concluir una jornada admirando su judería articulada en torno a las actuales calles de los Reyes Católicos y del Pocillo es contemplar el atardecer desde el Jardín de Moshé de León.
El viajero es el auténtico protagonista en “Descubridores de Sefarad”
La Red de Juderías anima a los viajeros a conocer las 18 ciudades que integran la Asociación para emprender un recorrido hacia los sentidos y deleitarse con la cultura y la gastronomía judías a través del programa “Descubridores de Sefarad”. Esta iniciativa pone especial atención en las personas cuyo interés es realizar un viaje único y diferente que les permita reencontrarse con un legado que forma parte de su historia.
De este modo, la Red de Juderías distingue como Descubridores de Sefarad a aquellos viajeros que se animen a descubrir cualquiera de las ciudades que configuran la Red. Cada visitante podrá solicitar en las oficinas de Turismo su Pasaporte de Descubridor, que le será sellado en cada visita tanto a la ciudad como en determinados puntos de interés de cada una de ellas (sinagogas, museos judíos, establecimientos asociados a la red RASGO) y que le permitirá obtener una serie de regalos según vaya alcanzando un número determinado de sellos: un Diario de Viaje (al alcanzar los cinco sellos) y un Diploma del Descubridor y una insignia de Sefarad (al alcanzar los diez sellos).
Toda la información sobre el proyecto “Descubridores de Sefarad” puede consultarse en www.redjuderias.org