12 puentes imprescindibles en Chequia
Existen puentes majestuosos o humildes, que atraviesan ríos inmensos o estrechos caudales, cubiertos o al aire libre, con ojos minúsculos o grandes arcos, pero todos nacen con un objetivo: crear lazos salvando distancias. En estos momentos, en los que es más preciso que nunca tender puentes entre países, te invitamos a recorrer Chequia a través de sus puentes más originales.
Puente de Carlos
Está considerado uno de los puentes más bellos de Europa, y razones no le faltan para enamorar a los viajeros que se acercan a Praga. La silueta de sus 30 estatuas barrocas y el brillo de su suelo adoquinado al atardecer lo vuelven irresistible. Además, tiene la facultad de conceder deseos con el único gesto de acariciar la cruz con cinco estrellas situada junto a la escultura de San Juan Nepomuceno.
Velkopřevorský most, el puente de los enamorados
Aunque es una costumbre controvertida, aún hay quien sella su amor con un candado en lugar de con un beso. Estos amantes de las modas custodian sus sentimientos bajo llave y cuelgan los candados del coqueto puente Velkopřevorský most. Nuestra sugerencia es sustituir este gesto por un poema, y recitarlo al enamorado/a junto al puente, en el romántico entorno de Kampa.
Puente de Trója
Una versión mucho más moderna representa el Puente de Trója, que se puede cruzar a pie o en tranvía. Desde que fue inaugurado en 2014 se ha convertido en uno de los accesos principales a la capital checa. Se eleva a más de 30 metros sobre el río Moldava para permitir el paso de barcos. Por las noches, con el reflejo de sus 262 metros en el agua, luce espectacular.
El fotogénico Puente de Kostelany nad Moravou
Con una robusta estructura de acero, que recuerda a los antiguos puentes de cadena, es un buen ejemplo de las construcciones de principios del siglo XX. Une las dos orillas del río Morava (en Moravia Este) y ha sido reconocido como Monumento Cultural checo. Aunque puede parecer que está en medio de la nada, y rodeado de bosques, es un aliado imprescindible en numerosas rutas senderistas y cicloturistas, además de un lugar de paso en el atractivo itinerario del vino de Moravia.
El último puente de cadenas de Chequia
Este puente, que se encuentra suspendido sobre el río Lužnice, guarda una curiosa historia. Construido a mediados del siglo XIX en Podolsko por Josef Lanna fue trasladado a este lugar en 1975 para evitar su hundimiento debido a una presa. Ahora se encuentra cerca del pueblo de Stádlec, en el sur de Bohemia, y es el último puente de cadenas estilo Imperio de la República Checa, y el único de este tipo en Europa. En sus 157 metros de largo y 6 de ancho es habitual observar a fotógrafos tratando de capturar sus muchas perspectivas, y a deportistas que aprovechan su cubierta de madera para atravesar el río. La imagen del puente en otoño con sus dos torres de piedra y los árboles teñidos de color fuego es impresionante.
El hermano pequeño del Puente de Carlos
El Puente Náměšť nad Oslavou se suele comparar con el monumental Puente de Carlos de la capital, pero hay algunas diferencias, como que está decorado con 20 esculturas, diez menos que el anterior, y que cruza el río Oslava en lugar del Moldava. Eso sí, sus 62 metros de largo y 8 de ancho son suficientes para caer rendidos ante su belleza. Antaño formaba parte de un camino comercial pero hoy día se encuentra protegido al constituir un monumento único en el país.
El puente dorado de Písek
Para cruzar el puente más antiguo de Chequia hay que dirigirse a Písek, y si es al final del día aún mejor. En ese momento se produce una de las imágenes más bucólicas, ya que su estructura de piedra se refleja en el río mientras se encienden las luces de la población. Hay quien asegura que ese tono dorado que despide la piedra es producto de partículas flotantes de oro, ya que en esta población se desató la fiebre aurífera hace muchos años. ¡Quién sabe, habrá que permanecer atentos por si es verdad!
Digno de un cuento de hadas
Situado en Nové Mĕsto nad Metují, es el puente que desprende más fantasía del país. Incluso el nombre de esta ciudad de Bohemia del Este parece formar parte de un conjuro mágico. Esta plataforma, que enamora a primera vista, fue proyectada por el arquitecto eslovaco Dušan Jurkovič, que ideó en 1911 esta solución en los jardines del castillo para facilitar el acceso entre una terraza y el parque floral. Este profesional, que se caracterizaba por su inspiración en la arquitectura popular, sorprendió con esta plataforma cubierta con forma de casitas que recuerdan los cuentos de Hansel y Gretel.
Mucho más antiguo, pero también con un estilo encantador, es el puente de madera de Kočí, en Bohemia del Este, que se edificó en 1721 para salvar el foso de agua que separaba el pueblo y su pequeña iglesia.
Dos puentes en uno en Vojslavice
No es habitual encontrar puentes de dos plantas, pero aún es más extraño que el segundo sea un añadido por el que discurre una autopista. Esta construcción, situada entre Praga y Brno, en el km 74,5, salva el cauce del río Želivka y enlaza los pueblos de Píšť y Vojslavice. Su edificación no estuvo exenta de dificultades, con una guerra mundial y un gobierno comunista entre medias, pero terminó de construirse en 1976. Al estar situada la autopista D1 en el piso superior muchos conductores desconocen que existe otro puente en un plano más bajo. La explicación es que no se quiso demoler el antiguo puente situado en ese mismo lugar y se decidió añadir pilares y sumar un segundo piso para la autopista.
El viaducto de Kryštofovo údolí, un privilegio solo para trenes
Este viaducto de Bohemia del Norte, registrado en la Lista de Monumentos Culturales checos, es un ejemplo perfecto de integración en el paisaje. Sus pilares de piedra encastrados y adaptados a la orografía del terreno crean una estética que no desentona con el entorno a pesar de medir 242 metros de largo y alcanzar 27 metros en su punto más alto. Para su construcción se emplearon materiales de la zona como diorita y granito. Sobre el viaducto discurre desde el año 1900 parte de la línea ferroviaria Liberec-Česká Lípa. Para admirar su mejor perspectiva hay que dirigirse a Novina, cerca de la bonita localidad de Kryštofovo údolí.
Puente Mariánský, el más moderno
Este puente, levantado entre 1994 y 1998 siguiendo el proyecto de Roman Koucký, es el más reciente de cuantos componen esta lista de construcciones checas. Se encuentra en la ciudad de Ústí nad Labem (al norte de Chequia) y es accesible tanto para tráfico rodado como para peatones. Obtuvo en 1999 el ‘Steel Design Award’, un codiciado galardón que se concede a los diseños arquitectónicos más innovadores. Su mayor particularidad radica en que está colgado sobre el río Elba y que de sus brazos parte un pilar de 60 metros de altura con 16 cables tensores que logran sujetarlo.
El puente de acero con el arco más grande del país
Levantado entre 1958 y 1967, el puente de Žďákov ocupó durante algún tiempo el primer puesto en los rankings de los puentes de acero de un solo arco más grandes del mundo. Hoy día es el mayor de este tipo en Chequia. Con sus 4.000 toneladas y 543 metros de largo continúa impresionando a cuantos admiran las mega construcciones. Fue creado para salvar el río Moldava y se eleva 50 metros sobre la superficie del agua de la represa de Orlík.
Para admirar hay dirigirse a la ciudad de Písek, en Bohemia del Sur, y circular entre las ciudades de Tábor y Pilsen. Es posible pasear por su superficie porque cuenta con aceras y barandillas, y también se puede observar desde la base, ya que en la orilla izquierda hay aparcamientos y algunos quioscos para tomar un aperitivo.
Estos 12 puentes son un aperitivo de todos los que podrás contemplar en la República Checa. Te invitamos a recorrerlos, a disfrutar de ese halo romántico que los envuelve y a soñar con cruzarlos con paso firme porque esa será una señal inequívoca de que no hay ningún obstáculo que pueda vencer tu determinación viajera.