Turismo rural en León

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El reloj corre y el verano se acelera. Es momento de descubrir rincones especiales y con más motivo este año. ¡Que ganas de campar a nuestras anchas por el vasto territorio español! Maleta en mano y chaleco de explorador, plan de aventureros, también momento de pasar en familia o, por qué no, en solitario. Tanto para el singular como para el plural, el destino que mejor complementa es aquel que encierra un mundo mágico en el que es un placer dejarse atrapar. Así es la Provincia de León, un lugar para recorrer de norte a sur y de este a oeste, conociendo parajes naturales imprescindibles, una singularidad arquitectónica sin palancón y un patrimonio cultural que se manifiesta en la belleza de sus pueblos. Este verano, nos perdemos en León.

 

¿Imaginas todo lo que se puede hacer en una de las provincias más extensas de España? Entre las montañas del norte y los llanos del sur, León ofrece un sinfín de opciones para disfrutar del verano de otra manera. La provincia leonesa encierra tantos atractivos como se pueda imaginar, con un variado abanico de productos turísticos sin igual. León es un lugar completo que tiene como esencia fundamental su diversidad y variedad geográfica y cultural.

Desde escenarios naturales caprichosos dibujados por sus ríos de dispar recorrido hasta el máximo exponente de la inmensidad, como son los Picos de Europa; bajando hasta la paz del Valle de Babia o del Silencio. Paseos de montaña por montes abruptos, antes o después de conocer la fertilidad de El Bierzo y embriagarse de sus viñedos -porque León también es enoturismo-, hasta sus pueblos y su excelsa gastronomía con productos merecedores del sello de la Denominación de Origen, Indicación Geográfica Protegida y Marca de Calidad.

 

León es, efectivamente, turismo de naturaleza -no debemos olvidar que la Provincia alberga hasta siete Reservas de la Biosfera, la mayor concentración del mundo-. Parajes de chopos, álamos, encinas y enebros; muchos de ellos formando postal con lagos que algún día fueron glaciares. Y en mitad de este esplendor, el mejor turismo activo para el viajero más intrépido. Saborear la libertad más absoluta y disfrutar de auténticos paraísos realizando espeleobarranquismo en la Cueva de Valporquero, ruteando por Picos de Europa o bañándose en piscina naturales, son solo algunas de las hazanas que nos esperan en territorio aventurero.

León es, además, turismo rural, pueblos de barro y calles empedradas con miradores y balconadas; también pueblos de reyes y nobles que han escrito su paso en monasterios y castillos. Incuestionable es el patrimonio de la provincia, tierra de gentes que han forjado una historia de siglos. Ríos, valles y bosques esconden un patrimonio adornado con leyendas y conquistas que diseñan un turismo etnográfico sin igual.

Castillos, Catedrales, iglesias, monasterios, palacios o yacimientos son solo algunos de los tesoros arquitectónicos que retratan las huellas del pasado más remoto, entremezclado, en ocasiones, con pinceladas del presente más moderno.

Si de aventura, historia, cultura y patrimonio se trata nada mejor que cerrar los ojos e imaginar un camino, y no cualquiera. El Camino, el de Santiago. Bordón en mano comienza así una aventura única, con siglos de tradición y leyenda que iniciamos, también desde la provincia leonesa. Una travesía que podemos empezar en su capital: León, un cruce de culturas, el Santo Grial del Camino de Santiago y un punto de partida esencial para conocer la provincia. La capital leonesa esconde en sus calles importantes tesoros artísticos, rincones de paso obligado para los peregrinos y una rica gastronomía. Fiel a la heráldica de la memoria, conserva un casco histórico con empaque de obra maestra que se despliega en el hermoso catálogo de palacios, iglesias y monumentos.

Lo tienes cerca, León te espera.

 

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