Cuando y como visitar Cantabria, paraiso natural y gastronómico

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Ya pensamos en nuestras próximas vacaciones o en una escapada de fin de semana, y tendemos a  pensar en recorrer largas distancias o en visitar otros países. Sin embargo, si nos paramos a pensar, España ofrece muchas posibilidades, muy variadas y para todos los gustos. Concretamente en la cornisa cántabra  nos encontramos con una joya, Cantabria.

Esta Comunidad ofrece una amplia oferta turística en la que la diversidad y la calidad marcan su excelencia. Cantabria es una tierra de grandes contrastes que guarda en sus entrañas un sorprendente mundo subterráneo con más de 6.500 cuevas, muchas de ellas de interés histórico y geológico, y exhibe un incomparable paisaje bañado por el Mar Cantábrico y coronado por los Picos de Europa. Cantabria cuenta con un importante conjunto de bellas y emblemáticas localidades aunque, sin duda, la más visitada es su capital, Santander.

 

Una ciudad con 200.000 habitantes, moderna y cosmopolita que se asienta en una de las bahías más hermosas del mundo. Santander es una ciudad ideal, turística y con atractivo ambiente. Además de disponer de una completa y variada oferta cultural, esta capital cuenta con zonas cargadas de encanto e historia como El Sardinero, el Paseo Pereda y Castelar, declarados Conjunto Histórico-Artístico.

Destacan sus magníficas playas, como las de El Sardinero, La Magdalena o La Virgen del Mar. Entre las localidades costeras que merece la pena visitar se encuentran San Vicente de la Barquera, Comillas, Suances, Miengo, Liencres, Pedreña, Ajo, Noja, Isla, Santoña, Laredo o Castro Urdiales. También existen bellas comarcas y pueblos de interior, que constituyen una cita ineludible para los visitantes de esta tierra como Santillana del Mar o los Valles Pasiegos.

RELAJACIÓN

Que el termalismo y los Spas están de moda, nadie lo pone en duda. De hecho, hoy en día, cuando elegimos un destino para pasar nuestras vacaciones o para realizar una escapada, siempre tenemos en cuenta dónde podemos ir a relajarnos. De relajación y termalismo saben mucho en el Gran Hotel Balneario de Puente Viesgo. Su Templo del Agua es una instalación termal pensada y diseñada para conseguir el máximo bienestar y relajación de sus visitantes. Un circuito único para disfrutar de camas de agua, jacuzzis, chorros y cuellos de cisne, cascada y río contracorriente, etc., y practicar de está manera las técnicas de relax más placenteras que han hecho del agua termal una fuente de salud y bienestar, como por ejemplo, la sauna finlandesa, el baño de vapor, cabina de hielo, caldarium,… También se puede disfrutar de alguno de los tratamientos específicos como la espectacular piscina de flotación, en la que una hora de sesión equivale a varias horas de sueño, los baños de algas, los baños de leche, masajes neurosedantes, fangoterapia, reflexoterapia, crioterapia, cromoterapia, baños aromáticos, vinoterapia, y los diferentes tipos de técnicas hidroterápicas, como el baño Atlantis, carbónico, de esencias, de burbujas, y por supuesto un servicio de rehabilitación maravilloso.

Una oferta a la que nadie puede resistirse. Una visita basta para repetir cada año. Otro centro de Talasoterapia estupendo es del Hotel Real de Santander, ubicado en un bonito edificio estilo neo francés, en el que se puede disfrutar de unos tratamientos relajantes a medida: antiestrés, adelgazante, belleza, etc. Además podrás utilizar el Espacio Hidromarino con agua de mar a temperatura corporal, cabinas de aromaterapia, sauna, baño turco, chorros… Todo lo necesario para salir como nuevo.

EL SOPLAO, UNA CUEVA ÚNICA

Con más 6.500 cavidades censadas, Cantabria, región kárstica por excelencia, es un paraíso natural espeleológico a nivel mundial. Ni que decir tiene que el desideratum cántabro de cavidades y abrigos naturales propició en la prehistoria, especialmente en la época de las glaciaciones, el que Cantabria se convirtiese en refugio de pueblos primitivos que, caso de Altamira o Puente Viesgo y un largo etcétera que se aproxima a sesenta (muchas visitables), han dejado una hermosa impronta pictórica cavernaria.

A tan sólo 15 km. de San Vicente de la Barquera y 65 desde Santander, El Soplao se ubica en la Sierra de Arnero, con  la Cordillera de El Escudo de Cabuérniga. Rememorando a Espronceda en La Canción del Pirata, El Soplao tiene a un lado vistas al Pico Tres Mares y a la Estación Invernal del Alto Campoo, al otro, la Cordillera del Cuera, Panes y el mar Cantábrico, a su frente el Macizo Central de los Picos de Europa con la silueta de El Naranjo de Bulnes. Por último a su espalda la ría y pueblo de San Vicente de la Barquera, Comillas y el parque Natural de Oyambre.

Cantabria nos regala unas vistas inigualables, con más de 2.000 hectáreas, de monte, con bosques y aprovechamiento de pastos comunales.
 Hacia 1910 las labores mineras y sucesivas galerías descubrieron una cavidad, de más de 14 km topografiados actualmente, bautizada como «El Soplao«, con galerías de unas dimensiones grandiosas, que atravesaron con trenes mineros en unos 3 km y que sobre todo cuenta con unas formaciones de estalactitas y estalagmitas monumentales, hasta el punto de tener zonas como El Bosque, así llamado por el entresijo de caminos, itinerarios en los que transites por donde transites lo harás entre formaciones que a modo de poblado bosque unen techo y suelo.

Según los expertos La Cueva de El Soplao en Cantabria, es la número uno mundial en formaciones antigravitacionales de aragonito o calcita, también conocidas como helictitas o excéntricas. 
Se las ha descrito es forma y distribución como mares coralinos, fondos marinos, capiteles o retorcidas agujas – algunos términos para calificar lo que científicamente tiene difícil explicación y ello en colores blancos, negros, ferrosos… Sólo la genial presentación que de las cuevas hace Tolkien en El Señor de los Anillos, cavernas del Abismo de Helm, nos aproxima a una realidad que después de contemplada nos hará exclamar con Gimli aquello de ¡Feliz ha sido la suerte que hasta aquí me trajo! ¡Lloro ahora al tener que dejarlas!

La Visita


El recorrido, de una hora aproximadamente, es prácticamente horizontal, y accesible para discapacitados en su mayor parte ya que en su casi totalidad se han evitado las escaleras. 
El escenario natural de la grandiosidad de la Galería La Gorda, de 400 m y hasta 30 de altura, con un lago en su base, permite espectáculos y audiciones musicales, acordes con el entorno, en una cavidad única e irrepetible.
 Junto con la visita turística ordinaria, los más intrépidos podrán concertar visita de turismo-aventura, donde acompañados de expertos monitores, podrán conocer otras cinco galerías más del sistema, permitiendo que «casi todos» podamos sentirnos espeleólogos aventureros en búsqueda de paraísos desconocidos.

 

CUEVA DE «EL CASTILLO»

Al borde del río Pas, a su paso por Puente Viesgo, se alza el Monte Castillo, una elevación caliza de forma cónica que esconde en su interior un intrincado laberinto de cuevas frecuentadas por el hombre durante al menos los últimos 150.000 años. Entre esas cuevas, cinco de ellas con manifestaciones rupestres paleolíticas, destaca la de El Castillo. Conocida por las referencias a la figura humana expresadas mediante la mano, un motivo especial en esta cueva debido a su elevado número, más de 50.

CUEVA DE ALTAMIRA

Cantabria es una referencia mundial para el Arte Paleolítico. Actualmente, se conocen medio centenar de cuevas en la región con Arte Rupestre, que conforman una de las mayores concentraciones del mundo. Altamira es el conjunto de pinturas paleolíticas más importante que se conoce. La cueva, Patrimonio de la Humanidad desde 1985, está ubicada en el municipio de Santillana del Mar. Se encuentra temporalmente cerrada; sin embargo podemos ver una reproducción exacta de sus pinturas en el Museo Nacional de Altamira, también ubicado en Santillana del Mar y muy cerca de la cueva original. Este museo alberga una importante colección de restos y piezas de gran interés arqueológico e histórico.

 

GASTRONOMÍA CÁNTABRA

Una de las razones que pueden ayudarte a decidirte por visitar Cantabria es su excelente gastronomía. El mar Cantábrico suministra a la región sus principales materias primas, es decir, el mejor pescado y marisco. Estas embravecidas aguas  nos ofrecen percebes, centollos, nécoras, almejas, bogavantes, cigalas, langostinos y calamares que alcanzan una calidad insuperable. Lubinas, cabrachos, bocartes y sardinas son también un manjar muy bien preparado por las manos expertas de los mejores cocineros. Los platos típicos con base de pescado, como la merluza en salsa verde, maganos encebollados o almejas a la cazuela son los de más renombre.

Tampoco hay que olvidarse de la carne de Cantabria, de la que destaca la de la vaca tudanca. La caza también ofrece carne de gran calidad, como el venado, el corzo y el jabalí, con los cuales se elaboran excelentes embutidos. El cerdo es un elemento clave para otro plato típico, el cocido montañés, al que además se le añaden alubias, berzas y morcilla de arroz.

Famosos son sus dulces, que ocupan un puesto de honor en la gastronomía mundial y de los cuales las tradicionales quesadas pasiegas y los sobaos se llevan la palma. Producto típico también es el hojaldre y las deliciosas Corbatas de Unquera son para chuparse los dedos.

Existen infinidad de restaurantes donde la cocina es de primera. Nosotros vamos a detenernos a comentar algunos que conocemos porque los hemos disfrutado y por ello podemos recomendar fehacientemente.
 En San Vicente de la Barquera encontramos el Restaurante Maruja, situado en la Avenida del Generalísimo, donde se sirve una de las mejores mariscadas de la zona.

Percebes, nécoras, centollos, cigalas, ostras… son de una calidad excepcional. El personal es de lo más atento y cordial. Una parada obligada para los mejores gourmets que deseen disfrutar de las recetas de la abuela de chef Jose Luis Gonzalez. 
Otro establecimiento que vale la pena comentar es el Restaurante Casa Nacho (La Bolera), situado en plena carretera de Ruente, sin pérdida alguna.

Su especialidad son los guisos típicos cántabros, como la olla ferroviaria. También tienen un buen surtido de productos típicos, como por ejemplo, sus jamones y anchoas. Decoración tìpica del lugar.

Ya en Santander, destacamos tres establecimientos, los tres de diferentes estilos. Casa Lita ( Paseo de Pereda, 37), un típico lugar donde comer pinchos (no te pierdas el de solomillo y el de pollo al curry) y sobre todo, debes probar sus anchoas, ya que están consideradas las mejores del mundo, preparadas por las manos expertas y reconocidas de Joseba Guijarro. Una experiencia única es asistir a una de sus lecciones magistrales de cómo preparar la típica anchoa cántabra. Divino.

El segundo se llama Sixtina (Sol, 47), cocina de alta calidad y un toque moderno, aunque sin perder la personalidad del norte.

Por último, el Restaurante Cañadio (Gómez Oreña, 15), un establecimiento muy de moda en Santander. Cocina de diseño, basada en la cocina cántabra. De lo más «cool». Es espectacular ver su larguísima barra repleta de los más variados pinchos y montaditos. No es de extrañar su fama, ya que su chef Paco Quirós disfruta como un niño preparando desde el pincho más simple hasta el plato más sofisticado.

Más información:
http://www.turismodecantabria.com/

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